Francia
Macron quiere una ley contra el «separatismo» islamista que le permita expulsar a los radicales
Ante el fracaso en la deportación a Marruecos del Imán radical Hassan Iquioussen, el Gobierno francés quiere agilizar las deportaciones sin escollos legales
el 2 de agosto, el ministro del Interior francés, Gérald Darmanin, firmó la orden de expulsión contra el Imam Hassan Iquioussen, sin embargo un tribunal impidió la expulsión de quien en palabras del ministro «lleva años sosteniendo un discurso de odio contra los valores de Francia».
Darmanin anunció la expulsión «por la fuerza» la semana pasada después de que Marruecos entregó un laissez-passer para autorizar su viaje, pero se frustró cuando Iquioussen ganó una orden judicial que detuvo su expulsión.
El tribunal administrativo de París dictaminó que la expulsión era una «infracción desproporcionada. . . del derecho [de Iquioussen] a la vida privada y familiar». Iquioussen, de 58 años, que tiene nacionalidad marroquí pero ha vivido toda su vida en Francia donde tiene cinco hijos y 15 nietos.
La victoria legal del imán fue una vergüenza para el gabinete de Emmanuel Macron, que fue acusado por la derecha de incompetencia y por la izquierda de tratar de pisotear los derechos humanos.
Nueva legislación
El ministro del interior francés Darmanin ha presentado una una apelación contra la orden judicial y señaló que si se rechazaba de nuevo, cambiaría la ley para expulsar a Iquioussen de todos modos.
Darmanin también confirmó informes en los medios de que las agencias de inteligencia francesas habían puesto a Iquioussen en una lista de vigilancia de radicales peligrosos hace 18 meses.
Los enemigos de la República no tienen cabida en la República
«Este imán. . . utiliza lenguaje antisemita. Niega la igualdad entre hombres y mujeres. Niega los genocidios. Pide que los ataques terroristas en Francia se consideren conspiraciones», dijo Darmanin.
En una publicación en su página de Facebook, Iquioussen «refutó enérgicamente» las acusaciones de que había usado «lenguaje discriminatorio o violento». Sus partidarios argumentan que los comentarios utilizados por el ministro del Interior fueron fechados y sacados de contexto.
Darmanin ha insistido que la expulsión en todo caso será posible gracias a una nueva ley diseñada para combatir lo que el Gobierno de Macron llama «separatismo» islamista.
Los abogados de Iquioussen argumentan que la decisión de expulsarlo ahora es un movimiento político diseñado por Macron para enviar una señal a un electorado cada vez más de derecha.