Fundado en 1910
Mujeres afganas con burkas tradicionales pasan frente a un cementerio en Kabul

Mujeres afganas con burkas tradicionales pasan frente a un cementerio en KabulAFP

Las mujeres afganas, un año después: de los primeros derechos al retorno a 1996

El colectivo ha visto relegado su papel al ámbito doméstico, reviviendo la opresión del Emirato Islámico

«Nuestra misión en Afganistán nunca fue la creación de una democracia», así justificó el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la precipitada retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán, tras la caída de Kabul el 15 de agosto de 2021, a manos de los talibanes.

Las imágenes de los helicópteros Chinook sobrevolando la Embajada de Estados Unidos en la capital afgana, para evacuar de manera urgente a su personal, volvieron a despertar los fantasmas del fracaso en Vietnam y la caída de Saigón. Los días posteriores a la salida del contingente internacional –liderado por Estados Unidos–, nuevas y escalofriantes fotografías de cientos de afganos subiéndose a los aviones en marcha para poder huir de su país o de madres dando a sus bebés a los soldados norteamericanos, ante el miedo de vivir bajo el yugo talibán, recorrieron el mundo entero.

Veinte años después, el grupo fundamentalista volvía a imponer el Emirato en el país asiático. Las mujeres y las minorías étnicas y religiosas eran las que más temían el cambio, y aunque en un principio los líderes talibanes prometieron instaurar un gobierno más aperturista y dotar de derechos a estos colectivos, en la práctica nunca sucedió. Un año después, apenas se habla de Afganistán, y es precisamente este oscurantismo el que ha permitido al grupo fundamentalista cometer todo tipo de atropellos contra los derechos humanos.

Las mujeres han vuelto a ser relegadas al espacio meramente doméstico, es cierto que, aunque durante los veinte años que estuvo desplegado Estados Unidos en Afganistán las mujeres nunca gozaron de plenas libertades, sí se avanzó en los derechos de este colectivo. Con la llegada de los talibanes, lo que se consiguió, aunque fuera poco, se ha desvanecido por completo. Una de las primeras medidas que tomó el grupo fundamentalista, a su llegada al poder, fue la prohibición a las adolescentes de asistir a la escuela, un claro indicativo de lo poco o nada que había cambiado su perspectiva en cuanto al papel que debía jugar la mujer en la sociedad afgana.

En esta misma línea, sustituyeron el Ministerio de Asuntos de la Mujer por el Ministerio para la Promoción y el Fomento de la Virtud y la Prevención del Vicio. Tras esto, llegaron muchas otras restricciones como el uso obligatorio del burka en lugares públicos, la imposibilidad de viajar solas o conducir, incluso se han borrado las imágenes femeninas de carteles o de la televisión por «entrar en conflicto con la sharía –la ley sagrada islámica–». La lista de prohibiciones es cada vez más amplia, y aunque existen mujeres activistas que luchan por sus derechos, la represión y el miedo es mucho mayor.

Naciones Unidas (ONU), en un informe que evalúa el deterioro de los derechos humanos en el país asiático un año después de la llegada de los fundamentalistas al poder, ha destacado que «la erosión de los derechos de las mujeres ha sido uno de los aspectos más notables de la administración de facto hasta la fecha». La violencia contra este colectivo se ha disparado también con los talibanes al frente del Gobierno, según denuncia Amnistía Internacional, sobre todo, desde que en agosto del año pasado eliminaran el apoyo institucional y jurídico al colectivo.

Aún así, siempre existen formas de evadir las restricciones, como el ejemplo de algunas niñas que dan clases online o de manera clandestina, pero siempre con el miedo de ser descubiertas. La situación de la mujer en este país ha vuelto atrás en el tiempo, concretamente a 1996, cuando se instauró el primer Emirato Islámico de Afganistán. Las afortunadas que consiguieron huir a tiempo intentan dar luz a su causa, apagada por la inmediatez de la actualidad y la aparición de nuevos conflictos.

Temas

comentarios
tracking