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El presidente francés, Emmanuel Macron, conversa con su homólogo argelino, Abdelmadjid Tebboune, en ArgelAFP

Macron evita una mayor dependencia energética de Argelia

El gas proporcionado por el país magrebí seguirá representando el 20 % del total del abastecimiento de Francia

Emmanuel Macron ha evitado caer en la trampa tendida por Argelia, que pretendía solemnizar un mayor compromiso por parte de Francia en materia energética, para así acentuar una mayor división entre los países europeos.

O, mejor dicho, entre la mayoría de éstos últimos y España, tal y como deseaban las autoridades argelinas para prolongar su castigo al Gobierno de Pedro Sánchez por su viraje estratégico en relación con el Sáhara Occidental.

El presidente de Francia ha asegurado que no ha viajado a Argelia en plan «pedigüeño» (quémandeur), por lo que cabe deducir de sus palabras que la parte del país magrebí en el «paquete energético» galo seguirá siendo de alrededor del 20 % del total.

Más esa negativa a aumentar su dependencia de Argelia no significa del todo una buena noticia para España.

De entrada, porque Macron no ha citado para nada su nombre en sus intervenciones públicas.

En cambio, sí que ha dado las gracias a Argelia por haber aumentado el flujo de gas en dirección de Italia a través del gasoducto Transmed, lo que permite, según el inquilino del Elíseo, potenciar la diversidad energética de Europa.

Que Macron haya citado a Italia no es baladí: pocos días después del estallido de la crisis entre Madrid y Argel, que aún continúa, el primer ministro italiano –hoy en funciones–, Mario Draghi, llegó en visita oficial a Argelia, de donde volvió con unos acuerdos económicos muy generosos.

Unos acuerdos que fueron interpretados como la primera parte de la venganza argelina hacia España. Y una estrategia que Macron acaba de bendecir en público.

El otro plato fuerte del viaje presidencial a Argelia es la «memoria histórica» que sigue emponzoñando las relaciones entre ambos países, sesenta años después de que Francia concediera la independencia no a una colonia, sino a una parte de su territorio.

Macron ha superado el entuerto con una pirueta verbal: ni arrepentimiento, ni acrítico orgullo patriotero. En concreto, ha anunciado, conjuntamente con su homólogo argelino, Abdelmajid Tebboune, la creación de una comisión mixta de historiadores de ambos países cuyo cometido consistirá en intentar superar las diferencias.

Pero ni el jefe del Estado francés, ni el argelino han precisado el método de trabajo ni el calendario de la comisión. El asunto consumió la mayor parte del tiempo de la conversación entre ambos mandatarios que se prolongó hasta altas horas de la madrugada del viernes.