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El presidente ruso, Vladimir PutinAFP

196 días de guerra en Ucrania

Putin hace oficial su sueño expansionista plasmado en la doctrina del «mundo ruso»

El presidente ruso aprueba la nueva doctrina de política exterior que girará en torno a la idea expansionista del «mundo ruso»

La Rusia de Vladimir Putin nunca ha tratado de ocultar sus ansias imperialistas y sus planes de expansión territorial por los territorios de lo que denomina «mundo ruso».

Ese concepto, «mundo ruso», es común desde hace años en los círculos más nacionalistas del Kremlin y se ha esgrimido para justificar la ocupación militar de Abjasia y Osetia del Sur tras la invasión a Georgia en 2008, la anexión de la península de Crimea en 2014 y la actual invasión a Ucrania desde el pasado 24 de febrero.

Ahora, ese concepto ha quedado atrás como idea retórica y ha pasado a ser doctrina oficial de la política exterior rusa.

El presidente Putin aprobó el lunes el decreto de su nueva doctrina en política exterior que consagra la idea de «mundo ruso» como objetivo central de su acción exterior.

Ese «mundo ruso» tendría tres pilares: la unión espiritual, cultural y territorial de todos los rusos, vivan dentro de las fronteras de la Federación Rusa o en el exterior.

Mediante ese concepto, el Kremlin busca extender su influencia en sus antiguas áreas de influencia, unir el mundo eslavo y expandirse territorialmente cuando lo considere justificado.

En definitiva, el «mundo ruso» es uno de los muchos eufemismos esgrimidos por Moscú para ocultar sus verdaderas intenciones. Si «operación militar especial» se emplea para evitar decir «guerra en Ucrania», «mundo ruso» se emplea para evitar decir «expansionismo imperialista ruso».

Bajo el objetivo de «proteger, salvaguardar y promover las tradiciones e ideales del mundo ruso», la nueva doctrina de política exterior ofrece una batería de propuestas que buscan justificar sus agresiones a terceros países.

El principal argumento para justificar acciones como la invasión a Ucrania, o la de Georgia en 2008, es que «la Federación Rusa brinda apoyo a sus compatriotas que viven en el extranjero en el cumplimiento de sus derechos, para garantizar la protección de sus intereses y la preservación de su identidad cultural rusa».

El «mundo ruso», para el Kremlin, es un espacio de influencia que históricamente habría pertenecido a Rusia y que, tras la caída de la Unión Soviética en 1991, escapó de su órbita en un evento que el mismo Putin definió como «catástrofe geopolítica».

Un espacio en el que, según los argumentos del Kremlin, vivirían unos 25 millones de personas de etnia rusa en Estados anti rusos.

La idea de «mundo ruso» no es nueva y obsesiona a Vladimir Putin desde hace años, influenciado por ideólogos ultranacionalistas como el mediático Aleksander Dugin, cuyo nombre ha trascendido internacionalmente en las últimas semanas debido al atentado que sufrió en Moscú el 20 de agosto y en el que murió su hija Daria Dugina.

En un extenso artículo publicado en agosto de 2021 Putin plasmó teorías como la que defiende que «rusos y ucranianos somos un solo pueblo», con las que pretendía justificar la futura invasión, e hipotética anexión, de Ucrania.

En su artículo, Putin habla de una gran Rusia resultado de la unión de todos los eslavos que llevaría a un nuevo Estado formado por Rusia, Ucrania y Bielorrusia con argumentos históricos que se remontan al siglo IX.

En ese sentido, el presidente ruso negó en el artículo la legitimidad del Estado ucraniano para existir: «No tiene bases históricas».

El concepto de «mundo ruso», sin embargo, no se limita solo a Ucrania y Bielorrusia, sino que abarca un amplio abanico territorial que va desde los Estados bálticos hasta Kazajistán.

Mediante la oficialización de dicha doctrina, Rusia abre la puerta a anexionar cualquier territorio fuera de sus fronteras que una vez pertenecieron al imperio zarista y donde habitan en la actualidad rusoparlantes.