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Posición armenia en Nagorno KarabajAFP

Armenia pide ayuda a Rusia al reanudarse los combates en la frontera con Azerbaiyán

El Ejército azerí bombardea varias aldeas y posiciones militares de Armenia. EE.UU. reclamó el cese de los combates

Nueva ofensiva de Azerbaiyán sobre el enclave armenio de Nagorno Karabaj. Las fuerzas azeríes iniciaron en la noche de este lunes al martes nuevos ataques contra posiciones fronterizas armenias y lograron destruir al menos dos baterías de misiles S 300.

Según confirmó el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, en el parlamento, al menos 49 militares han muerto en los enfrentamientos, aunque la cifra podría aumentar.

Según informó la agencia EFE, los azeríes bombardearon varias aldeas armenias en Nagorno Karabaj y Armenia ha solicitado a Rusia la activación del Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua militar y ha pedido ayuda a la alianza militar postsoviética OTSC y a la ONU.

«El enemigo continúa utilizando artillería, morteros, vehículos aéreos no tripulados y armas de gran calibre en las direcciones de Vardenis, Sotk, Artanish, Ishkhanasar, Goris y Kapan, contra la infraestructura militar y civil», señaló hoy el Ministerio de Defensa armenio en un parte matutino de la situación.

Indicó que también se están dando batallas posicionales en ciertas secciones de la frontera. «El enemigo no deja de intentar avanzar», denunció la institución castrense de Armenia.

Frente a la versión de Ereván, Bakú atribuyó la responsabilidad de la escalada de tensiones en la frontera a Armenia.

«A partir de la noche del 12 de septiembre, unidades de las Fuerzas Armadas de Armenia llevaron a cabo un sabotaje a gran escala en las direcciones de Dashkesan, Kelbajar y Lachín de la frontera entre Azerbaiyán y Armenia», dijo el Ministerio de Exteriores azerbaiyano en un comunicado.

El Ministerio de Defensa a su vez aseguró que grupos de sabotaje de las Fuerzas Armadas de Armenia, aprovechando el terreno montañoso, plantaron en varias direcciones minas entre las posiciones de las unidades del Ejército de Azerbaiyán y las carreteras de suministro.

Además, prosiguió, los soldados armenios «dispararon intensamente» contra las posiciones del Ejército azerbaiyano en esas tres localidades «con armas de varios calibres, incluidos morteros».

Como resultado, aseguró Bakú, «hubo pérdidas entre el personal de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán y la infraestructura militar también resultó dañada».

Por ello, «se tomaron medidas de respuesta decisivas por parte de las unidades del Ejército de Azerbaiyán desplegadas en esta dirección para suprimir los puntos de tiro de las Fuerzas Armadas de Armenia», señaló el comunicado.

Tanto Ereván como Bakú tacharon de rotundamente falsa la información difundida por la otra parte de que fueron las fuerzas de ellos los que empezaron los ataques.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, llamó inmediatamente a los presidentes de Rusia y Francia, Vladímir Putin, y Emmanuel Macron, así como al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, para informarles de la situación.

De acuerdo con el medio armenio News.am, tras un Consejo de Seguridad de urgencia mantenido anoche en Ereván, Pashinián tomó la decisión de «apelar oficialmente a la Federación Rusa para implementar las disposiciones del Tratado de Amistad, Cooperación y Asistencia Mutua, a la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) al Consejo de Seguridad de la ONU».

El Tratado de Amistad entre Ereván y Moscú, vigente desde 1997, contiene la posibilidad de asistencia militar por parte de Rusia.

Durante la guerra de los 44 días por el control del enclave separatista de Nagorno Karabaj de 2020, en la que Armenia fue derrotada por Azerbaiyán, las autoridades armenias no pudieron recurrir a Rusia, porque los combates se desarrollaron en territorio internacionalmente reconocido como azerbaiyano.

EE.UU. pide el cese de las hostilidades

Tras conocerse el inicio de los combates, El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken reclamó el cese inmediato todas las hostilidades militares entre Armenia y Azerbaiyán y recordó que «no existe solución militar al conflicto».

En un comunicado de la secretaría de Estado, Antony Blinken afirmó estar «profundamente preocupado« sobre las informaciones que relatan nuevos ataques entre ambos países, »incluyendo ataques contra enclaves civiles e infraestructuras dentro de Armenia».