Más de un millón de rusos han escapado a la Unión Europea para evitar la represión de Putin

Desde el comienzo de la invasión rusa en Ucrania, más de 1.186.900 ciudadanos rusos entraron en la Unión Europea a través de las fronteras terrestres a fecha de 12 de septiembre, confirmó a El Debate la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex).

Según la información proporcionada por el gabinete de prensa de la Agencia a este periódico, la mayor parte de los ciudadanos rusos que accedieron a territorio comunitario lo hicieron a través de las fronteras de Finlandia y Estonia.

La razón de este éxodo es el empeoramiento de la represión por parte del Kremlin contra sus propios ciudadanos y los recortes de derechos y libertades para erradicar toda crítica al Kremlin y al presidente Putin por la invasión a Ucrania.

Otro motivo no menos importante es el efecto que las sanciones internacionales contra Rusia que se está notando en la economía rusa.

La mayor parte de las personas que acceden a la Unión Europea procedentes de Rusia son ciudadanos con permisos de residencia o visados de Estados miembro de la Unión, o personas con doble ciudadanía.

Las políticas de sanción adoptadas por la Unión Europea hacen muy difícil de ahora en adelante que ciudadanos rusos que carecen de visado puedan obtener uno para entrar en la Unión Europea.

Hace siete días, el 9 de septiembre, el Consejo de la Unión Europea adoptó la suspensión total del acuerdo de facilitación de visados con Rusia.

Entre otras consecuencias de esa decisión, las tasas de solicitud de visados aumentaron de 35 euros a 80 para los ciudadanos rusos.

Además, los rusos que quieran acceder a territorio comunitario deberán, a partir de ahora, presentar pruebas documentales adicionales, además de aumentar los plazos de tramitación.

El ministro del interior de la República Checa, país que ostenta en este momento la presidencia del Consejo de la Unión Europea, argumentó que «un acuerdo de facilitación de visados permite un acceso privilegiado a la UE para los ciudadanos de socios de confianza con los que compartimos valores comunes».

«Con su guerra de agresión no provocada e injustificada, y en particular sus ataques indiscriminados contra civiles, Rusia ha roto esa confianza y pisoteado los valores fundamentales de nuestra comunidad internacional. La Decisión adoptada es una consecuencia directa de las acciones de Rusia y una prueba más de nuestro compromiso inquebrantable con Ucrania y su pueblo», explicó.