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Cuerpos encontrados en una fosa común en Izium tras la ocupación rusatwitter.com/DefenceU

206 días de guerra en Ucrania

Rusia, una vez más, califica de «mentira» el nuevo hallazgo de un centenar de tumbas en Izium

Hay 440 tumbas en este bosque cercano a Izium, donde la policía nacional dijo haber descubierto también «salas de tortura»

El Kremlin volvió a negar las evidencias. Hoy, ha calificado de «mentira» el descubrimiento de cientos de tumbas cerca de la ciudad de Izium, recientemente liberada por las fuerzas ucranianas.

Las autoridades ucranianas anunciaron el macabro hallazgo el viernes cerca de esta ciudad del noreste, de unos 50.000 habitantes antes de la guerra, y que estuvo bajo control ruso de abril hasta principios de septiembre.

Hay cientos de tumbas marcadas con una cruz, números, nombres o fechas, así como una fosa común con 17 cuerpos de soldados ucranianos

Periodistas de la agencia Afp descubrieron el viernes en esta zona cientos de tumbas marcadas con una cruz, números, nombres o fechas, así como una fosa común con 17 cuerpos de soldados ucranianos, según los forenses. Al menos uno de los cadáveres tenía las manos atadas con una cuerda.

Según las autoridades ucranianas, se encontraron más de 440 tumbas en este bosque cercano a Izium, donde la policía nacional dijo haber descubierto también «salas de tortura».

«Es una mentira. Por supuesto vamos a defender la verdad en este asunto», declaró el lunes el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. «Es el mismo guión que en Bucha».

En el terreno, Ucrania acusó hoy a Rusia de haber bombardeado la central nuclear de Pivdennoukrainsk, en la región de Mikolaiv (sur), tras semanas de tensión alrededor de la planta de Zaporiyia, ocupada por Moscú y blanco de múltiples ataques.

Según el operador Energoatom, «se produjo una potente explosión a sólo 300 metros de los reactores» de esta central y la atribuyó a un misil nocturno ruso.

Tras este ataque, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, insistió una vez más en que Rusia «pone en peligro al mundo entero».

«Debemos detenerla antes de que sea demasiado tarde», dijo en Telegram, mostrando un vídeo de las cámaras de vigilancia en el que se veía, en blanco y negro, una gran explosión.

No obstante, la central funcionaba normalmente el lunes, pese a la explosión que reventó los vidrios de unas cien ventanas y obligó brevemente a desconectar las tres líneas de alta tensión.

Este incidente tiene lugar en momentos en que las fuerzas rusas sufren varios reveses y se han retirado de una gran parte del noreste del país tras la contraofensiva ucraniana en la región de Járkov. Las tropas de Kiev también han ganado terreno en el sur, pero más lentamente.

Rusia controla gran parte de la cuenca del Donbás (este) y de las regiones de Jersón y Zaporiyia (sur), tras haber anexado en 2014 la península de Crimea.

En Donetsk, capital de la zona separatista del mismo nombre en el Donbás, un ataque ucraniano «punitivo» mató a 13 civiles, acusó el lunes el alcalde prorruso de la ciudad, Alexéi Kemzulin.

En la región vecina de Lugansk, los separatistas prorrusos condenaron a 13 años de cárcel a dos trabajadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), acusados de «alta traición» por haber suministrado «informaciones confidenciales» a servicios de inteligencia extranjeros.

Torturas

En otras partes de Ucrania, 10 civiles murieron y 22 resultaron heridos en las últimas 24 horas, según el balance de la presidencia ucraniana, que dio cuenta de varios bombardeos en zonas a lo largo del frente oriental.

En la región de Járkov se constataron combates con artillería en el frente de Kupiansk, ahora bajo control ucraniano, y un flujo de civiles traumatizados que abandonaban la ciudad.

En esta zona, varios ucranianos declararon haber sido torturados por militares rusos durante la ocupación de la región.

En el hospital de Izium, Mijailo Chindei, de 67 años, explica que estuvo detenido durante 12 días en una húmeda celda y que sus carceleros le rompieron el brazo con una barra de hierro.

«Me golpearon en los talones, la espalda, las piernas y los riñones», añade. Los soldados rusos lo acusaban de haber dado a las fuerzas ucranianas las coordenadas de una escuela donde se habían instalado. Un bombardeo ucraniano mató allí a numerosos militares rusos.