Putin asciende al «carnicero de Mariúpol» y lo pone al frente de la logística del Ejército ruso

El coronel general Mikhail Mizintsev, conocido como «el carnicero de Mariúpol» por ser el responsable del asesinato de miles de civiles en los bombardeos rusos contra esta ciudad ucraniana, ha sido nombrado viceministro de Defensa de Rusia.

Mizintsev sustituye al general Dmitri Bulgakov purgado después de que el Kremlin lo responsabilizara del caos logístico del Ejército ruso en Ucrania.

Como viceministro de Defensa, el coronel general Mikhail Mizintsev se encargará de reorganizar la logística de las tropas rusas en la Ucrania ocupada y preparar la llegada de los nuevos efectivos movilizados por Vladimir Putin.

Mikhail Mizintsev estuvo al frente del asedio de Mariúpol y puso en marcha una estrategia de «tierra quemada» para doblegar la resistencia de los infantes de marina ucranianos y los soldados del batallón Azov atrincherados en la planta industrial de Azovstal.

Como responsable de las operaciones del Ejército ruso en Mariúpol se le acusa de crímenes de guerra al ordenar el bombardeo y destrucción sistemática de zonas residenciales de la ciudad.

Tras meses de asedio, la ciudad portuaria cayó finalmente en mayo bajo control ruso absoluto. La ciudad quedó en ruinas y miles de civiles murieron bajo los escombros de sus hogares.

A Mizintsev se le responsabiliza también de la deportación de miles de niños ucranianos a Rusia y su entrega en adopción a familias rusas para eliminar la identidad ucraniana de los territorios ocupados.

Mizintsev ya aplicó esa estrategia de «tierra quemada» en siria, durante la batalla de Alepo entre 2012 y 2016. Como responsable de las operaciones rusas en la ciudad siria, Mizintsev fue el responsable de los bombardeos masivos contra Alepo para acabar con los grupos rebeldes al régimen del dictador sirio Basher al Asad, aunque ello supuso la destrucción de gran parte de la ciudad y miles de víctimas civiles.

Para el Kremlin, los métodos de terror que suele imponer Mikhail Mizintsev tanto en el campo de batalla como en la gestión logística, son lo que necesita en este momento el Ejército ruso para canalizar los cientos de miles de nuevos reclutas que pretende incorporar a las hostilidades en Ucrania.

Muchos de los combatientes movilizados carecen de formación militar y no son dóciles a la disciplina, carecen de la motivación necesaria y el Ejército no cuenta con los recursos necesarios para formarlos y armarlos antes de mandarlos al frente.