Los combatientes talibanes montan guardia mientras la gente se reúne para buscar a sus familiares en Kabul
Al menos 19 muertos tras un ataque suicida en un centro educativo de Kabul
El ataque, que tuvo lugar esta mañana en un barrio de mayoría hazara, ha dejado 30 heridos
La minoría hazara, miembros de la comunidad chií de Afganistán, ha vuelto a convertirse en el objetivo de un ataque suicida que ha acabado con la vida de, al menos, 19 personas este viernes en un centro educativo en un barrio del oeste de Kabul.
La explosión se produjo esta mañana en el área de Dasht-e-Barchi, confirmó el portavoz del Ministerio afgano del Interior, Abdul Nafi Takoor, en declaraciones recogidas por la televisión local Tolo.
Malavi Shamsullah, el jefe de la Policía del Distrito 13 de la capital afgana, donde tuvo lugar el suceso, elevó en declaraciones recogidas por Efe el número de heridos a «30 ó 40».
El atentado aún no ha sido reclamado por ninguna organización terrorista. Aunque el grupo yihadista Estado Islámico (EI) reclamó en el pasado numerosos atentados en Afganistán contra esta minoría, a la que considera apóstata.
Al menos cinco personas resultaron heridas, el pasado 10 de septiembre, en dos explosiones en Dasht-e-Barchi, mientras que el EI reivindicó el pasado abril un atentado con explosivos en una mezquita chií en el que murieron doce personas y otras 34 resultaron heridas en pleno Ramadán.
Los ataques contra estudiantes de la minoría hazara se han repetido durante los últimos años en Afganistán. El último, también el pasado abril, causó al menos 6 muertos y 25 heridos, aunque el control de los talibanes a la información impedía obtener una cifra clara, con algunos testigos elevando las víctimas.
En mayo de 2021 un atentado contra una escuela femenina en el barrio de Dashte Barchi dejó 110 muertos, en su mayoría niñas, y 290 heridos. Meses antes, otro ataque en octubre de 2020 contra un centro educativo de esta minoría causó 24 muertos y 57 heridos.
Desde su llegada al poder en agosto de 2021, los talibanes han lanzado varias operaciones contra el EI en varios puntos del país, deseosos de demostrar que su regreso había supuesto también el fin de la violencia.
La garantía de la seguridad y el control del yihadismo fue una de las grandes reivindicaciones de los talibanes en los territorios bajo su control durante la guerra con el Gobierno depuesto y las fuerzas internacionales.
