Fundado en 1910

Hispanoamérica

Zapatero admite la influencia de la dictadura de Maduro sobre la guerrilla colombiana del ELN

El Gobierno de Gustavo Petro y la guerrilla del ELN acordaron la reactivación de los diálogos de paz con Venezuela, Cuba y Noruega como garantes

El expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero afirmó hoy, durante una visita a Caracas, que Venezuela tiene un papel clave para que el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, renuncie a la violencia y al terrorismo.

«Creo que acertadamente se sabe que Venezuela puede ser y debe ser un país importante para que el ELN renuncie definitivamente a la violencia y proclamemos este continente libre de violencia política», señaló el expresidente en la inauguración de un ciclo de foros, dirigido por el opositor Antonio Ecarri.

Con la llegada del izquierdista Gustavo Petro al poder en Colombia, el ELN y el Gobierno acordaron la próxima reactivación los diálogos de paz -interrumpidos desde 2019-, con Venezuela, Cuba y Noruega como garantes.

En este sentido, Rodríguez Zapatero afirmó que lograr que el grupo guerrillero «renuncie» a la violencia es un «gran objetivo» que beneficiará a ciudadanos tanto de Colombia como de Venezuela, especialmente en la frontera en común, porque provocará que «otras violencias» se reduzcan o desaparezcan.

Este domingo, la Delegación de Diálogos del ELN que se encontraba en La Habana informó que salió de Cuba -donde permaneció los últimos años tras la interrupción de las negociaciones con el Gobierno colombiano- para volver a las negociaciones de paz.

El grupo guerrillero sostuvo que «esta es una victoria de la razón y del Derecho Internacional» y criticó el «propósito de perfidia» del Gobierno del expresidente de Colombia Iván Duque.

Tras hacerse pública la nota del ELN, el régimen de Nicolás Maduro celebró el «cumplimiento de los protocolos acordados» entre ambas partes para la reanudación de las negociaciones.

Los últimos diálogos con el ELN comenzaron en febrero de 2017 en Quito, desde donde fueron trasladados a La Habana al año siguiente.

Poco después quedaron estancados al inicio del Gobierno de Duque (2018-2022) y congelados definitivamente tras un atentado de esa guerrilla contra la escuela de la Policía en Bogotá en enero de 2019, donde murieron 23 personas y cerca de un centenar resultaron heridos.