Berlusconi no respalda al candidato de Meloni para presidir el Senado y abre una grieta en la derecha

Giorgia Meloni ha logrado situar a su mano derecha, y exministro de Defensa, Ignazio La Russa, como presidente del Senado de Italia tras una polémica votación que ha causado la primera división en el bloque de derecha que ganó las elecciones el pasado 25 de septiembre.

La Russa, cofundador junto con Meloni del partido Fratelli d’Italia, y antiguo compañero de filas de la futura presidenta del consejo de ministros en Allenaza Nazionale, se hizo con la presidencia del Senado italiano con 116 votos a favor.

Sin embargo, el partido de Silvio Berlusconi, Forza Italia, aliado de Meloni, no respaldó a La Russa, de 75 años.

Berlusconi, que a sus 86 años regresa al Senado tras su inhabilitación hace 9 años por corrupción, ha logrado ser el protagonista de la jornada en la que La Russa se encumbró como presidente.

Tanto Berlusconi como su correligionaria, la expresidenta del Senado Maria Elisabetta Alberti Casellati, se abstuvieron, mientras que los demás Senadores de Forza Italia ni siquiera se presentaron a la votación.

La imagen de la ruptura la dio «il cavaliere» cuando el nuevo presidente del Senado se acercó al escaño de Berlusconi y este lo recibió notablemente contrariado.

Tras un intercambio tenso de palabras, Berlusconi golpeó el escaño y despidió al flamante nuevo presidente del Senado con un elocuente «affanculo».

El motivo del enfado del exprimer ministro italiano fue la marginación de Forza Italia en el reparto de los cargos en la Cámara de Diputados y en el Senado.

Pese a todo, Berlusconi publicó poco después en Twitter un mensaje conciliador en el que aseguraba estar «contento por la elección de Ignazio La Russa como presidente del Senado de la República».

Afirmaba también que «no solo no he tenido nunca una discusión con él, sino que hemos colaborado lealmente y en pleno acuerdo para dar a nuestro país una estructura institucional estable y un gobierno fuerte y cohesionado».

La Russa ha sido recibido con un polémico discurso de la senadora vitalicia Liliana Segre, encargada de anunciar el nombre del nuevo presidente, que le dirigió un discurso en el que recordó que de niña fue enviada al campo de exterminio nazi de Bikernau debido a las leyes racistas de Benito Mussolini.

La crítica a La Russa se debe a su antigua militancia en el Movimento Sociale Italiano, partido fundado por antiguos militantes del Partido Fascista tras la Segunda Guerra Mundial.

Su hermano Ignazio condenó el gesto y aseguró que en Fratelli d’Italia no hay nostálgicos del fascismo.

Tras su elección, La Russa, nacido en Sicilia el 18 de julio de 1947, defendió que «sólo una Italia cohesionada y unida puede constituirse como la mejor estructura para afrontar cualquier emergencia y situación crítica».

Meloni, por su parte, envió un mensaje en el que felicitó al nuevo presidente del Senado: «Estamos orgullosos de que los senadores hayan elegido a un patriota, un servidor del Estado, un hombre enamorado de Italia y que siempre ha antepuesto los intereses nacionales a cualquier otra cosa».