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Las manifestaciones en Irán son fuertemente reprimidas por el régimen de Teherán

Irán

200 muertos y más de 5.500 detenidos en 20 días de protestas en Irán por la muerte de Mahsa Amini

Entre las víctimas mortales figuran 18 niños y adolescentes y entre los detenidos, 123 estudiantes y 36 activistas políticos o periodistas

La represión no cesa pero las protestas tampoco. El régimen de los ayatolás acumula un récord sangriento de 200 muertos y más de 5.500 detenidos en apenas 20 días.

Un informe de Humam Rights Activists da cuenta de las consecuencias de la represión desatada tras la muerte de la joven de origen kurdo, Mahsa Amini, por llevar mal colocado el velo.

Un mes de muchedumbres en las calles de Irán y de efecto dominó en Afganistán, Turquía y con diferentes expresiones, en medio mundo.

Las semanas han sido sangrientas pese a las peticiones de Naciones Unidas de terminar con la violencia desatada por las fuerzas de seguridad. El régimen no se ha conmovido, ni se conmueve, con la multitud de gestos de solidaridad ni con las peticiones internacionales para poner fin a la represión.

El presidente Ebrahim Raisi calificó de «disturbios» las movilizaciones. Los primeros días se mostró algo tolerante y anunció una investigación exhaustiva sobre las causas de la muerte de la muchacha de 22 años. Sus intentos para calmar la furia de mujeres y hombres que se jugaban la vida en las calles fueron vanos. La población siguió saliendo a las calles.

De acuerdo al informe mencionado, del 17 de septiembre, fecha de las primeras protestas, al 5 de octubre, 200 personas cayeron bajo el fuego de la policía. Entre éstas, 18 niños y adolescentes. En esos 20 días se registraron 5.500 detenidos, 123 de ellos estudiantes y 36 activistas políticos o periodistas.

Considerados como «alborotadores», buena parte de estos han sido procesados y deberán afrontar un juicio con penas severas de cárcel.

La muerte de Mahsa Amini fue el detonante de una ola de movilizaciones que ahora van más allá de las demandas de justicia y libertad para las mujeres sometidas a la ley islámica que las obliga a usar velo y ropa suelta. Las protestas han desembocado en enfrentamientos raciales y demandas de diferentes etnias como los suníes y kurdos.

El poder de las redes

En tiempos de ciberseguridad, el régimen de los ayatolás no ha podido evitar que las redes sociales se convirtieran en altavoces para el mundo de las protestas y que sus sistemas de seguridad llegaran a ser interceptados.

Lo nunca visto sucedió: en una emisión en directo por televisión, los hackers introdujeron una imagen del ayatolá Ali Khamenei con una leyenda que le réproba: «Tus manos están manchadas de sangre de nuestros jóvenes».