Jeremy Hunt, el nuevo ministro de Economía británico que peca de «bondad excesiva»
Jeremy Hunt será el nuevo ministro de Economía de Reino Unido, tras los 38 días cortos y accidentados de Kwasi Kwarteng en el cargo.
Su nombramiento es la tabla de náufrago a la que se aferra Liz Truss mientras el pueblo británico, la oposición y varios integrantes del Partido Conservador critican su desastrosa gestión económica.
¿Será el personaje ideal para ocupar el cargo de ministro de Economía durante una de las peores crisis sufridas por Reino Unido? Según sus compañeros, no, ya que Hunt posee un grave e ineludible defecto: es demasiado bueno.
Descrito por sus colegas parlamentarios como alguien «amable, concienzudo, y muy educado», Hunt solía traer café para todos por la mañana, e interesarse por las vidas de sus empleados.
«La gente cree que es excesivamente bueno. Está bien a la cabeza de un ministerio, pero no como líder en tiempos difíciles», afirmó un miembro del Partido Conservador, en declaraciones a The Guardian en 2019.
Jeremy Hunt nació en Surrey, en noviembre de 1966. Es hijo del almirante Sir Nicholas Hunt, antiguo comandante de la Marina británica, y está emparentado con la difunta Reina Isabel II, de la que era primo quinto.
La suya fue una infancia típica de la clase media británica, que resultó en un temperamento «increíblemente optimista, y tan alegre y positivo que siempre anima a su equipo», según explicó su jefa de campaña, Sue Beeby, a The Guardian.
Conservador desde siempre
Como es común entre los círculos políticos británicos, Hunt estudió en la Universidad de Oxford, donde cursó un grado en Filosofía, Política, y Economía. Ya entonces empezaba a encarrilar una carrera entre los tories.
Presidió la Asociación Conservadora de la universidad, y se codeó con algunos de los futuros líderes del Partido: David Cameron y Boris Johnson.
Desde que obtuvo su escaño como diputado de South West Surrey, en 2005, Jeremy Hunt ha sido una presencia constante en las filas del Partido.
Discreto y trabajador, pudo formar parte gabinete del premier en tres ocasiones: como secretario de Estado de Cultura entre 2010 y 2012, como ministro de Sanidad desde 2012 hasta 2018, y en el puesto de ministro de Exteriores durante el año siguiente.
En el referéndum de 2016, abogó por la Unión Europea y se posicionó sin vacilar en contra del Brexit. Sin embargo, una vez salieron los resultados, demostró que su lealtad era ante todo con el partido, ya que apoyó con ganas la política de Theresa May. Tal fue su fidelidad, que le granjeó un apodo despectivo: «Tit», las siglas británicas de «Theresa con pantalones».
Pero apenas ha llegado a rozar Downing Street, su suprema ambición final. Eterna dama de honor, aunque nunca novia, Hunt aspiró al puesto de primer ministro en dos ocasiones, y en ambas se quedó a las puertas.
A pesar de que pocos confiaron en su liderazgo, los tories sí le reconocen otros méritos. En 2012, el Conservador Michael Gove confesó que Hunt es «un bailarín espectacular».
El nuevo canciller de Hacienda tiene su propia pista de baile en casa, ya que le fascina la danza latina. En especial, ‘La Lambada’: «Mi gran pasión es bailar la lambada. Es para los solteros, y es un baile muy íntimo, así que es mejor que no lo escuchen las personas casadas», bromeó Hunt.
No obstante, el Conservador está felizmente casado con Lucia Guo, una mujer de procedencia china, que lo apoda «Gran Arrocito», y con la que tiene dos hijas y un hijo.