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Vladimir Putin y Kim Jon-un felicitaron a Xi Jinping por su reelección al frente de China

Putin y Kim Jon-un felicitan a Xi Jinping y le desean «más éxitos»

Hasta ahora ningún otro líder comunista de China había intentado y logrado estar al frente del país por tres períodos consecutivos, Xi lo ha logrado

Las autocracias del mundo se unen para felicitar el enquistamiento de Xi Jinping al frente del Partido Comunista y a la vez del Gobierno del gigante asiático. Vladimir Putin y Kim Jon-un salieron rápidamente a felicitar la odisea de Xi y le desearon «más éxitos» y «un buen futuro».

Putin, expresó sus «más cálidas felicitaciones» a su homólogo chino y le deseó prosperidad y «más éxitos». El autócrata ruso agregó que los resultados del XX Congreso del PCCh «confirmaron plenamente su alta autoridad política, así como la unidad del partido que dirige».

«Estaré encantado de continuar nuestro diálogo constructivo y nuestro estrecho trabajo común para reforzar las relaciones de colaboración global y cooperación estratégica entre nuestros Estados», señaló Putin en un comunicado del Kremlin.

También Kim Jong-un

Por su parte del dictador norcoreano, Kim Jong-un, también felicitó a su vecino y aliado comunista tras su inédita reelección de este domingo.

«Yo, junto con ustedes, daré forma a un buen futuro en las relaciones entre la RPDC y China, satisfaciendo la demanda de los tiempos», dijo Kim, utilizando el acrónimo del nombre oficial de Corea del Norte, que irónicamente incluye el los términos «República» y «Democrática».

La relación entre China y Corea del Norte se forjó durante la Guerra de Corea (1950-1953), cuando Mao Zedong envió a millones de «voluntarios» a luchar contra las fuerzas de Corea del Sur y Estados Unidos.

El nuevo escenario de la Historia

Como señala nuestro columnista Aquilino Cayuela, «hay buenas razones por las que una China más poderosa se haya convertido en la principal preocupación de los políticos y los estrategas de Washington y por extensión de sus aliados occidentales».

Cayuela agregó en su momento: «Se había pensado que con China y Rusia se podía sostener, a cambio de riqueza, una 'ambigüedad estratégica' que ahora toca a su fin».