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El presidente Gustavo Petro anunció que no combatirá al narcotráfico y busca la "paz total" con los grupos armados ilegales

El presidente Gustavo Petro anunció que no combatirá al narcotráfico y busca la «paz total» con los grupos armados ilegalesRaul Arboleda / AFP

Hispanoamérica

La producción de cocaína bate récords en Colombia, pero Petro prefiere no combatirla

El presidente colombiano ha declarado que «la guerra contra las drogas fracasó» y su ministro de Justicia pide legalizar la cocaína a nivel mundial

La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) publicó recientemente su informe sobre Colombia donde concluye que las hectáreas de plantaciones de hoja de coca durante 2021 aumentaron un 43 % con respecto a 2020.

La UNODC constató que producción potencial de cocaína también va en aumento: 1.400 toneladas fueron procesadas en 2021, lo que indica que la tendencia al incremento de esa substancia se viene consolidando desde 2014.

Colombia ha alcanzado el nivel más alto registrado desde que se comenzó a rastrear la producción de coca en 2001

El informe señala los factores centrales del incremento del periodo 2020-2021 fueron la «reducción de la intervención [estatal]; el posicionamiento de nuevos grupos criminales y el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la población debido a la pandemia [de la Covid – 19].

En los departamentos de Nariño, Putumayo y Santander del Norte, se concentra el 62 % de los cultivos ilegales

Otra particularidad que destaca el informe 2022 de UNODC es el de por qué esos cultivos ilegales se concentran en estas regiones. Ello puede ser explicado «por una relación geográfica funcional al tráfico». Es decir, que 12 de los 14 enclaves «se localizan en departamentos fronterizos [con Ecuador y Venezuela] o con salida directa al mar» y por el hecho de que en esos enclaves «existe una convergencia de los grupos armados ilegales, los narcotraficantes y los productores».

Petro comete «un grave error»

«El abandono de las mejores actividades estatales contra la expansión de los cultivos ilegales, sobre todo de la coca, así como el falso proceso de paz de 2016, produjeron inevitablemente un aumento de la violencia y de la producción y tráfico de cocaína» señala el periodista y escritor colombiano Eduardo Mackenzie.

A pesar de esto, el nuevo presidente de Colombia, pidió en Naciones Unidas «cambiar de estrategia en la lucha contra el tráfico de cocaína» y dijo preferir una «política fuerte de prevención del consumo» en los países desarrollados, porque, según también exguerrillero, «la guerra contra las drogas fracasó».

Para Mackenzie, quien publicó un artículo de opinión en el portal Rebelión en la Granja, Petro comete un «grave error».

«Reducir la intervención estatal contra los cultivos ilegales (tanto por la vía manual como por la fumigación aérea), dejar de reprimir las operaciones contra de las bandas narcotraficantes, dentro y fuera del país, y legalizar finalmente a nivel mundial la cocaína, como pretende el nuevo ministro de Justicia, Néstor Osuna, es incurrir en una línea utópica, cómplice, nefasta y destructora de la paz, de la estabilidad institucional y de la biodiversidad en Colombia».

Para Mackenzie autor de «Las Farc fracaso de un terrorismo», «Petro trata de hacer ver a sus seguidores que los carteles de la droga se retirarán del fabuloso negocio y se dedicarán a cultivar alimentos si la justicia les garantiza impunidad a sus jefes. Todo ello no es más que una política inepta y cómplice».

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