Elecciones en Israel
Ben Gvir, el candidato ultranacionalista que prende la mecha del polvorín israelí
El líder del partido Otzma Yehudit –Poder Judío–, que fue expulsado del servicio militar israelí por sus ideas, se ha revelado como la gran estrella durante la campaña electoral
Estas nuevas elecciones en Israel traen consigo una novedad. La campaña electoral se ha visto eclipsada por una nueva estrella dentro de los candidatos y no se trata de ninguno de los dos favoritos. Ni Benjamín Netanyahu, líder del partido conservador Likud –La Consolidación– y a quien las encuestas dan como ganador, ni el centrista Yair Lapid, actual primer ministro y líder de Yesh Atid –Hay un futuro–, han podido competir con el cabeza de lista de Otzma Yehudit –Poder Judío–, Itamar Ben Gvir.
Ben Gvir ha irrumpido con fuerza en el panorama electoral. La polémica que levanta no es menor, el diputado destaca por su discurso ultranacionalista y por un pasado plagado de violencia. Durante la última gran escalada del conflicto palestino-israelí, en mayo de 2021, que se desencadenó por la expulsión de familias árabes del barrio de Jerusalén Este, Sheikh Jarrah, el político apareció con una pistola en medio de los disturbios incitando al enfrentamiento entre los allí presentes.
En los últimos meses ha ido moderando su postura, pero aun así muchas de sus declaraciones perduran en el imaginario de la opinión pública. El líder de Otzma Yehudit posee una clara ideología antiárabe, en muchos de sus discursos ha defendido la expulsión de esta población de Israel a los que ha calificado de «desleales». Además de ser un fuerte defensor de los colonos judíos en la Cisjordania ocupada.
Su carrera política comenzó dentro del partido Kach, catalogado como radical y ultranacionalista ortodoxo, y que fue prohibido por el Gobierno de Israel y considerado por Estados Unidos como una organización terrorista extranjera. A los 17 años, fue expulsado del servicio militar por sus ideas fundamentalistas.
Finalmente, y tras hacer frente, en múltiples ocasiones, a condenas por disturbios, vandalismo o apoyo a organización terrorista, Ben Gvir decidió sacarse la carrera de abogado y representarse a sí mismo en los juicios.
El controvertido político se sitúa como la tercera fuerza en Israel, muy igualado con la formación del actual ministro de Defensa; Benny Gantz, cuando hace apenas un año únicamente acumuló 20.000 votos. Este meteórico auge se debe, según explica a El Debate el profesor Alberto Spektorowski, catedrático de Ciencias Políticas en la Universidad de Tel Aviv, al aumento de la violencia en la población árabe, que sumado a la mala situación económica y al descontento generalizado por el bloqueo político en Israel, crean el cóctel perfecto para que los discursos más radicales cojan fuerza.
A pesar de que ha moderado su mensaje y ya no pide la expulsión de todos los árabes de Israel –que suponen el 21 % de la población–, sino solo de los «terroristas» o «traidores», sí que pide mayor libertad de acción para el Ejército en situaciones de tensión. La formación de Ben Gvir se ha convertido en una pieza clave para que el ex primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pueda volver a gobernar tras haber perdido las últimas elecciones. Pero el apoyo del diputado tiene un precio, exige la cartera de Justicia.
De esta forma, el líder de Otzma Yehudit podría dar la batalla para regularizar las colonias judías en los territorios ocupados de Cisjordania. Además, podría brindar inmunidad judicial a Netanyahu, acusado por corrupción, fraude y abuso de confianza. La llegada de este ultranacionalista hace temer un aumento de la violencia entre la población árabe-israelí y la judía, cuya convivencia es ya de por sí compleja.