Irán/China
Irán y China recurren al uso de detectives privados para espiar a los disidentes en Estados Unidos
Las técnicas y métodos se perfeccionan. Irán y China siguen la misma estela para descubrir dónde se encuentran los disidentes de los regímenes comunista y de los ayatolás. Conocen que los servicios de inteligencia en el exterior siguen los pasos de sus agentes infiltrados y han optado por contratar a detectives privados a los que convencen de que su investigación es por motivos domésticos.
El diario de The New York Times ha publicado un exhaustivo informe con entrevistas a algunos de estos miemros de agencias de investigación particular que se han visto envueltos en casos internacionales cuando pensaban que trabajaban para clientes particulares. El FBI está atento a estos movimientos y ha descubierto no pocos casos.
Michel McKeever prestaba sus servicios a un cliente internacional que le solicitó localizar el paradero de un supuesto moroso que presuntamente se había ocultado en Brooklyn. El investigador comenzó el seguimiento correspondiente, tomó imágenes de la vivienda y fotografió a las personas que entraban y salían de la misma. Cuando estaba en esa tarea, junto con un socio suyo, se apercibieron de ellos a su vez estaban siendo vigilados.
Tu cliente no es quien crees que es
Entraron en contacto con los otros vigilantes y estos se identificaron como agentes del FBI y les advirtieron: «Tu cliente no es quien crees que es». Son malas personas y no traman nada bueno”. La verdad no tardó en salir a la luz, McKeever, de 71 años, había sido utilizado por espías iraníes cuyo objetivo verdadero era secuestrar a Masih Alinejad, una importante periodista con ciudadanía estadounidense. Su delito: haber denunciado los atropellos, abusos y violaciones de los derechos humanos en Irán contralas mujeres y el encarcelamiento y torturas infligidos a opositores políticos.
«Temíamos que la secuestraran, se la llevaron y probablemente, la mataran», confía al NYT James E. Dennehy, ex jefe de la división cibernética y de contrainteligencia del FBI en Nueva York.
Gobiernos como Irán y China han descubierto que este sistema les resulta mucho más seguro y asumen menos riesgos que dedicar estas misiones a infiltrados suyos
Gobiernos como Irán y China han descubierto que este sistema les resulta mucho más seguro y asumen menos riesgos que dedicar estas misiones a infiltrados suyos. California, Indiana y Nueva York son los estados donde se han localizado el mayor número de casos de esta tipo. Los detectives a los que se les advirtió del engaño en su mayoría fueron colaboradores con las autoridades, pero otros se remitieron a la privacidad de cliente y terminaron sentados en el banquillo de los acusados por complicidad con agentes extranjeros.
«Terrorismo de bajo costo»
«Es un terrorismo de bajo costo patrocinado por el Estado», con fía al periódico Hoffman. No es casual que sean Irán y China los países que estén recurriendo a esta modalidad. Teherán atraviesa momentos complicados con revueltas callejeras y manifestaciones constantes de oposición al régimen.
La Fiscalía de Manhattan presentó cargos contra varios funcionarios del régimen de los ayatolás. Sin efectos prácticos el objetivo es disuadir al Gobierno de Teherán de que continúa con esas prácticas y en paralelo, impedir que los señalados puedan viajar libremente por el mundo. Estados Unidos es uno de los refugios favoritos de los perseguidos políticos y las autoridades quieren que estos estén y puedan sentirse seguros en su territorio.
Si tienes alguien del otro lado, un profesional de inteligencia que puede mentir y y crear una cortina de humo y simulaciones, a veces resulta difícil investigar correctamente a esos clientesWes Bearden, investigador privado con sede en Dallas
El trabajo es complicado porque en estos tiempos es frecuente que las agencias privadas de detectives entren en contacto con sus clientes por internet y nunca lleguen si quiera a conocerle en persona o verles sus rostros.
«Si tienes alguien del otro lado, un profesional de inteligencia que puede mentir y y crear una cortina de humo y simulaciones, a veces resulta difícil investigar correctamente a esos clientes», observa Wes Bearden, investigador privado con sede en Dallas y miembro de la World Asociation Detectives que cuenta con unos 1.000 socios.
El FBI se esfuerza en advertir a las agencias de investigación privada de estas maniobras de conspiración. «Cuanto más podamos llamar la atención sobre esto, más esperamos que ellos mismos sean capaces de advertir las señales para descubrir que están siendo utilizados», declara a The New York Times, Romasn Rozhavsky, oficial de contrainteligencia del FBI en Nueva York.