Tokayev, con su aplastante mayoría, presidirá Kazajistán siete años más

El 81,3 % de los kazajos han respaldado al presidente para un segundo y último mandato. La participación baja a un 69 %, (77% en 2019) y aumenta el apoyo al candidato ganador (9 puntos más) tras un año de disturbios, cambios constitucionales y reformas políticas.

Este es un lunes nublado en Astana, capital de Kazajistán. El nublado de aquí no es del cielo es del suelo. Un barrillo de polvo, la nieve y el humo de los coches veloces crea la sustancia que parece retrepar en el aire, envuelve los rascacielos y nubla el sol hasta que parece una luna de día. En Astana todo está nublado, menos el futuro de Kassym Jomart Tokayev, que acaba de ganar las elecciones presidenciales con un 81,3 % de los votos.

Realmente hoy es el primer lunes del siglo XXI para los kazajos, porque los tiempos postsoviéticos del XX se los ha llevado ayer el viento estepario de la elección presidencial. No es que sea una sorpresa, pero son más votos que la última y primera vez que reafirmó la presidencia en las urnas 2019.

Ahora también le ha apoyado Nursultan Nazarvayev, Fundador de la República, pero ya no es el dedo del caudillo que señala al sucesor sino una voz desde más allá de la tramoya, que su gente ha cambiado por el banquillo. Ese mismo al que no irán los manifestantes amnistiados. Si no fuera por la tragedia y los muertos de las protestas que degeneraron en intento de golpe de Estado, sería borrón y cuenta nueva, pero con tanta tragedia queda por sanar.

Más para casi todos y menos para el presidente. Los kazajos están acostumbrados a los jefes fuertes.

Es la herencia de la estepa, lo túrquico y lo mongol. Un modo de ver lo social arraigado en la necesidad sociobiología de los que viven dispersos: siete personas por kilómetro cuadrado de densidad de población.

Por moderno que sea el asfalto de las carreteras pagadas con el dinero de las materias primas, ellos encuentran la conexión más en el líder, ya sea local o nacional. O no la encuentran y les da igual, siguen con una vida en la que el voto es tan joven como esa carretera. Es extraño para un europeo que no haya rivales de peso. Aquí, hasta parece el orden natural de las cosas kazajas.

Los otros cinco candidatos han alcanzado posiciones realmente residuales, todos en una estrecha franja. Ninguno se acerca al 16,1 % que obtuvo Amirjan Qosano

Los otros cinco candidatos han alcanzado posiciones realmente residuales, todos en una estrecha franja. Ninguno se acerca al 16,1 % que obtuvo Amirjan Qosanov del partido Destino de la Nación en 2019. Realmente, el segundo puesto lo ha ganado una opción adicional que apareció por primera vez en las papeletas: «Contra todos» (traducción literal). La alternativa del rechazo ha reunido un 5,2% .

Zhiguli Dairabayev del Partido Democrático Patriótico Popular le sigue con un 3,3 %. Meiram Kazhyken de la Confederación de Sindicatos Amanat, tiene el 2,2 %. La candidata del Partido Socialdemocrata Nacional ha logrado un 2,1%, y Saltanat Tursynbekova del Qazaq Analary, la otra mujer candidata, ha obtenido el 2%. Karakat Abden nominado por la Alianza Profesional de Trabajadores Sociales sacó el 2,5%.

Los resultados completos serán publicados el sábado que viene

Son resultados de sondeos a pie de urna, de los que se hacen a la puerta del colegio electoral justo después de votar. Seis encuestas nada menos se hicieron ayer a los que salían de los colegios. Según, los expertos no fallarán más del 2%. Los resultados completos serán publicados el sábado que viene. Los resultados de un escrutinio representativo estarán disponibles mañana, momento que Tokayev espera para hablar a la nación.

Esta nueva etapa no es solo consecuencia de una jornada electoral que revalida a un jefe de Estado. El proceso que hoy se cierra da paso a un futuro de otra naturaleza y ha durado casi un año, sin duda el más difícil e intenso de los últimos decenios. Empezó con los disturbios de enero que resultaron en más de 240 muertos. Iniciados como una protesta popular por una subida de los precios del gas licuado, rápidamente degeneraron en un auténtico intento de derrocar al Gobierno por parte de radicales armados y un sector de los Servicios de Seguridad cercanos a Nazarvayev.

El Gobierno tomó la iniciativa. Convocó referéndum de reforma constitucional en junio y este mismo noviembre ha firmado seis importantes leyes que reforman el modelo de Estado.

El Tribunal Constitucional, el fiscal general y los akims (alcaldes)serán elegidos por un nuevo sistema mixto. Fruto de los cambios preelectorales, los jóvenes y mujeres tendrán reservado el 30% de las listas

El presidente pierde poder, que ganan el Majilis (Parlamento), el Tribunal Constitucional, el fiscal general y los akims (alcaldes), que serán elegidos por un nuevo sistema mixto. Fruto de los cambios preelectorales, los jóvenes y mujeres tendrán reservado el 30% de las listas.

Tokayev se dispone a ser El Deseado en el centro de Asia. Le llamarán para felicitarle tanto Biden como Putín, Borrell y Michel. Hasta Zelenski acariciara el teléfono. Porque, aunque le haya reprochado las relaciones económicas con Rusia, también es cierto que el embajador ucraniano en Astana, que llamó a matar rusos cuantos más mejor, fue retirado ipso facto.

Y que ha recibido tantos rusos que no quieren guerra que parece una Polonia al revés. Kazajistan mantendrá relaciones cordiales con la Unión Europea proclamando su neutralidad, aunque pese a Moscú. Y, al mismo tiempo, en sus calles seguirá hablándose ruso, aunque pese a Bruselas.

El gobierno de China seguirá mirando el mapa que cruza el país para construir la Nueva Ruta de la Seda, y tendrá que admitir el nombre que le han puesto a su trozo túrquico los kazajos: Corredor de Transporte Transcaspiano. Kazjistán se ha convertido en la novia de Asia, y lleva una dote de petróleo, gas y posición geopolítica que todos quieren. A su carné de baile ya le faltan hojas.