272 días de guerra en Ucrania
Alarma por los nuevos bombardeos a Zaporiyia, la central nuclear más grande de Europa
Como consecuencia de los ataques del fin de semana los expertos advierten que se podría filtrar material radioactivo y causar un desastre radiológico
De nuevo la central nuclear más grande Europa vuelve a ser motivo de preocupación. Zaporiyia, bajo control de las tropas rusas, sufre desperfectos en amplios y sensibles sectores de su estructura. Los daños, por los bombardeos del pasado fin de semana, no han afectado a ninguno de los seis reactores.
El complejo nuclear sufre ataques periódicos cuya autoría se la adjudican Rusia y ucrania mutuamente. Por el momento y pese a los bombardeos, no hay problemas de seguridad ni temor a que pudiera producirse un accidente que, de concretarse, superaría en alcance y dimensión al de Chernobil. Pero el riesgo de que, finalmente, se produzca no está descartado si continúa la lluvia de artillera.
Por fortuna, como informa The Institute for the study of war (ISW), las instalaciones de almacenamiento de combustible nuevo y usado permanecen «intactas pese a la artillería descargada contra la Central el 21 y 22 de este mes». Es decir, el domingo y el lunes.
Un milblogger ruso, el otro ejército en esta invasión, tomó como referencia un vídeo de estos últimos bombardeos y llegó a la conclusión que, de acuerdo a la trayectoria de las bombas, éstas partían de territorio controlado por Rusia en el sur y no por Ucrania.
Las imágenes las difundieron las fuerzas chechenas que combaten junto a Vladimir Putin y le reprochan no ser más agresivo en los ataques.
272 días de guerra en Ucrania
La otra guerra de Rusia: la comunidad de blogueros militares se convierte en un nuevo poder
Los milblogger forman una comunidad de blogueros y comunicadores ultranacionalistas rusos pero críticos con el ministerio de Defensa y la estrategia militar desarrollada. Radicalizados en extremo son partidarios de la invasión y anexión de Ucrania a la Federación. En su canal de Telegram se burlaron del «regalo» de este último ataque.
Roatom Head y Alexey Likhachev, operadores nucleares rusos, señalan al ISW del riesgo de un desastre nuclear si no cesan los bombardeos. La central está fuertemente militarizada por las fuerzas rusas a las que se acusa de protagonizar ataques con falsa bandera.
Como consecuencia de los ataques se podría filtrar material radioactivo y causar un desastre radiológico
Los expertos advirtieron que es «poco probable que los ataques de artillería penetren las unidades de contención que protegen cada reactor nuclear» pero sí representan una amenaza mayor para las instalaciones de almacenamiento de combustible nuclear usado que «podrían filtrar material radioactivo y causar un desastre radiológico», diferente al nuclear, si se ven comprometidas.
Desanimar a Occidente
Esta amenaza la interpreta el ISW como parte de una operación rusa destinada a desanimar a Occidente a seguir apoyando a Ucrania. La combinación de un accidente/fuga nuclear con la radiológica podría causar, advierten, daños irreparables en Europa.
El Kremlin busca a toda costra, insiste el ISW, «socavar el apoyo occidental a Ucrania y enmarcar el control ruso de la planta como esencial para evitar una catástrofe nuclear».
De este modo, Rusia tendría definitivamente «un mayor control operativo y administrativo de los activos nucleares ucranianos».
En ese escenario, el Kremlin considera que estaría en una posición de fuerza y podría presionar a la comunidad internacional para, bajo cuerda, que reconozca la anexión rusa del territorio ucraniano.