Reino Unido
Reino Unido se desespera para procesar un cúmulo de casi 130.000 solicitudes de asilo sin resolver
Una de las soluciones que baraja el Gobierno de Rishi Sunak es ignorar la ley internacional y deportar a los solicitantes de asilo a otros países, como Ruanda
Cientos de miles de emigrantes se encuentran en un confuso limbo legal tras solicitar asilo en Reino Unido. El Gobierno británico no ha sabido procesar cada una de sus solicitudes con suficiente rapidez, y ahora se enfrenta a una acumulación sin precedentes, que no deja de aumentar.
En vista de esta crisis migratoria, Rishi Sunak, su primer ministro, se ha comprometido a «despejar» el cúmulo de solicitudes en 2023, pero algunos de sus ministros apoyaron una solución más drástica: ignorar el Convenio Europeo de Derechos Humanos, y despachar a los migrantes a otros países.
127.026 casos sin respuesta
Según la organización Institute for Government, en el Ministerio del Interior británico se acumulan 127.026 casos de solicitudes de asilo, aún sin resolver. Esta cifra se refiere al número de personas que buscan recibir asilo en Reino Unido. Incluye tanto a los que esperan una decisión inicial, como a aquellos que ya han superado la primera fase, y aguardan una evaluación adicional.
Según el Ministerio del Interior, el atraso se debe en gran parte a la complejidad de los casos, y al papeleo necesario para solicitar asilo. Además, señalan una falta de recursos para procesar las solicitudes, y la gran cantidad de personas que recurren tras resolverse sus casos.
Rishi Sunak, que se enfrenta a una gran presión parlamentaria para resolver esta crisis, anunció un plan de cinco puntos para «despejar» la acumulación de casos abiertos. Además de un aumento del personal encargado de procesarlas, propuso un cambio en la ley para criminalizar y después expulsar a decenas de miles de personas que solicitan asilo tras llegar a Reino Unido a través del Canal de la Mancha.
De esta forma, espera solucionar la acumulación de solicitudes sin resolver, y reducir el número de cruces del Canal de la Mancha, de cara al 2023. Este año, un total de 44.000 migrantes entraron en Reino Unido por vía marítima. Prácticamente todos solicitaron asilo nada más desembarcar.
El problema de Albania
El plan de Sunak incluye también un acuerdo con el Gobierno de Albania, para ayudar en las deportaciones a este país balcánico.
Más de 10.000 nacionales albaneses llegaron a las costas inglesas tras efectuar el peligroso cruce del Canal de la Mancha. En 2020, Reino Unido registró apenas una docena de llegadas desde Albania, pero la cifra ha incrementado a causa de un aumento en las organizaciones criminales albanesas. Estas animan a los migrantes a cruzar las aguas en pequeñas embarcaciones desde el norte de Francia.
Sunak insiste en que Albania es un «país fundamentalmente seguro», y que la mayoría de las solicitudes de asilo de sus ciudadanos carecen de fundamento.
«En los próximos meses, miles de albaneses serán devueltos a sus hogares, y continuaremos ofreciendo vuelos semanales hasta que todos los albaneses regresen a sus países», explicó el primer ministro al Parlamento.
Ignorar la ley internacional
La iniciativa de Sunak no es suficiente para algunos de sus ministros, que tras el Brexit consideran que el verdadero problema es seguir ciñéndose a la ley del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Frente a la Cámara de los Comunes, el Conservador Jonathan Gullis delineó una propuesta.
Pidió poder presentar un proyecto de ley que establezca que ciertas disposiciones de la Ley de Nacionalidad y Fronteras de 2022, relacionadas con la expulsión de solicitantes de asilo a países seguros, puedan llevarse a cabo a pesar de ser incompatibles con el derecho internacional.
Según Gullis, la población de Stoke-on-Trent, región de la que es representante, «no quiere aceptar» la cantidad de migrantes que solicitan asilo desde países seguros, como Francia. Apoya la ley que permite deportar a los solicitantes de asilo, a pesar de que esta choca con la normativa Europea.
Gullis afirmó que Reino Unido debería poder ignorar a la Corte europea de los Derechos Humanos. Esta institución ya se interpuso hace unos meses, para bloquear la deportación de un avión lleno de migrantes con destino a Ruanda. Según denunció Gullis, la Unión Europea mina las decisiones del Parlamento británico, con una autoridad «supranacional».
Pero Alison Thewliss, diputada del partido escocés SNP, se pronunció en contra del proyecto de ley de Gullis. Lo tachó de «ofensivo», y argumentó que «deshumanizaba» a los inmigrantes. No hay manera de capar la migración, afirmó Thewliss, ya que «la gente que hace estos viajes está desesperada».
Efectivamente, la iniciativa de Gullis fracasó: 69 diputados votaron a favor de permitirle presentar el proyecto de ley frente al Parlamento, mientras que 188 votaron en contra. Aunque no llegó a superar su primer obstáculo, la idea del Conservador reveló que casi 70 miembros del Parlamento británico opinan que Reino Unido debería ignorar el derecho internacional, para poder implementar su plan de expulsión de los solicitantes de asilo.