Trump, más cerca del banquillo por el asalto al Capitolio: piden enjuiciarlo por cuatro delitos
Incitación a la insurrección, obstrucción a la investigación del Congreso, conspiración para defraudar al Estado Federal y conspiración. Donald Trump podría ser juzgado próximamente por esos cuatro delitos relacionados con el asalto al Capitolio de sus partidarios el 6 de enero de 2021.
La resistencia del magnate y expresidente a reconocer su derrota electoral ante Joe Biden en 2020 podría salirle más caro de lo esperado.
El comité de la Cámara de Representantes que investiga aquellos hechos ha votado solicitar a los fiscales del Departamento de Justicia que investigue a Trump por dichos cuatro delitos.
La decisión no es vinculante, pero acerca a Trump un poco más al banquillo y, evidentemente, lo aleja de una posible candidatura a las presidenciales de 2024.
«Todo el propósito y objetivo obvio del plan de Trump era obstruir, influir e impedir la transferencia legal del poder en Estados Unidos», sostuvo el congresista demócrata Jamie Raskin, integrante de ese comité, señaló Efe.
El mandatario republicano no actuó en solitario: «Tuvo un acuerdo formal e informal con varias personas que le ayudaron con sus objetivos delictivos», sostuvo el legislador, que confió en que la investigación del Departamento de Justicia ofrezca un panorama más detallado.
En sus recomendaciones al Departamento de Justicia, informó Efe, también se citó de forma explícita al abogado de Trump, John Eastman, con los cargos de obstruir un procedimiento oficial y de conspirar para defraudar al Gobierno federal.
«Entendemos la gravedad de todas y cada una de las sugerencias que estamos haciendo hoy, así como entendemos la magnitud del delito contra la democracia que describimos en nuestro informe, pero hemos ido adonde nos llevan los hechos y la ley, e inevitablemente nos llevan ahí», apuntó Raskin.
El 6 de enero de 2021 unas 10.000 personas, la mayoría seguidores del entonces presidente republicano, se manifestaron frente al Capitolio y cerca de 800 irrumpieron en el edificio mientras se ratificaba la victoria del demócrata Joe Biden en las presidenciales de noviembre. Hubo 5 muertos y unos 140 agentes heridos.
«No hay duda de que Trump pensaba que las acciones de los asaltantes estaban justificadas», dijo la congresista demócrata Elaine Luria, para quien el entonces presidente «echó gasolina al fuego» y pasó horas viéndolo por televisión sin hacer nada para apagar ese incendio.
Que Trump pasara la tarde viendo ese ataque por televisión, según la legisladora republicana Liz Cheney, fue uno de los descubrimientos más «vergonzosos» de la investigación. Ese día «fue la primera vez que un presidente estadounidense rechazó su deber constitucional de transferir el poder de forma pacífica al siguiente», dijo hoy.
La decisión de presentar cargos recae en última instancia en el fiscal general, Merrick Garland, quien en noviembre anunció la designación de un fiscal especial para investigar a Trump por su posible implicación en el asalto al Capitolio y por los documentos clasificados hallados en su residencia de Mar-a-Lago (Florida) tras su salida de la Casa Blanca.
La de este lunes fue la décima y última audiencia del comité, que ha entrevistado en estos meses a más de 1.000 personas implicadas de forma directa o indirecta en la insurrección.
El comité ha querido difundir sus conclusiones antes del inicio de la nueva Legislatura el 3 de enero, porque la nueva mayoría republicana que habrá a partir de ese día hace anticipar la disolución de este órgano.