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El autobús que traslada a la selección argentina trata de avanzar entre la multitudAFP

La selección argentina rechazó hacerse una foto con Alberto Fernández alzando la copa del mundo

Alberto Fernández se convierte en el primer presidente de un país en la historia del Mundial que no recibe a su selección tras ganar la copa del mundo

En 1986, el presidente argentino Raúl Alfonsín recibió a la selección argentina y recogió de manos de Diego Armando Maradona la copa del Mundial de Fútbol que la albiceleste acababa de ganar.

Al actual presidente de Argentina, Alberto Fernández, le habría gustado repetir la imagen y recibir el trofeo de manos de Lionel Messi. Pero no ha podido ser.

El presidente argentino tuvo que seguir desde la residencia presidencial de Olivos, en Buenos Aires, la multitudinaria celebración del título mundial, y se quedó con las ganas de sostener en sus manos el trofeo y el balón de la victoria.

Aunque no se ha dado una explicación oficial al motivo de la ausencia de Alberto Fernández en las celebraciones, el diario La Nación señala que el presidente mantiene desde tiempo atrás una relación tóxica con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio «Chiqui» Tapia.

«Chiqui» Tapia no oculta su cercanía a La Cámpora, organización kirchnerista encabezada por Máximo Kirchner, hijo de Cristina Kirchner, y enfrentada a Alberto Fernández. Tapia acusó al presidente de haber intentado despojarlo del cargo en el AFA.

La relación entre ambos es tan mala que se ha contagiado al vestuario de la selección. A diferencia del presidente francés, Emmanuel Macron, que sí se trasladó a Doha para respaldar a su selección, Alberto Fernández siguió la final desde Argentina.

En ese sentido, la selección argentina se vio arrastrada al barro político argentino por la pelea entre Alberto Fernández y los kirchneristas de La Cámpora.

Los jugadores, conocedores de que su gesta podía ser politizada, optaron desde el principio por rehuir todo contacto con políticos.

En Qatar no se fotografiaron con el expresidente argentino y actual presidente ejecutivo de la Fundación FIFA, Mauricio Macri. Así que tampoco pusieron mucho interés en acudir a la Casa Rosada, sede de la presidencia.

La Nación señala también que, pese a que la AFA no tenía intención de darle la foto a Alberto Fernández, la presidencia hizo hasta el final todas las gestiones necesarias para que el autobús que trasladaría a los jugadores de la selección por las calles de Buenos Aires parara en la Casa Rosada y saludar al presidente.

Finalmente, también esa maniobra fracasó, entre otras cosas porque la multitud bloqueó el autobús y los jugadores tuvieron que ser rescatados en helicóptero.