Estados Unidos
Los 20 republicanos rebeldes exigen el sometimiento de la Cámara para levantar el veto a McCarthy
Este jueves la Cámara de Representantes de Estados Unidos afronta su tercer intento para elegir a su presidente, tras dos intentos fallidos debido a la rebelión de 20 representantes republicanos del House Freedom Caucus, el ala más conservadora.
La sesión de hoy se presenta llena de incógnitas respecto al futuro de la candidatura del republicano Kevin McCarthy a la presidencia.
El expresidente Donald Trump intentó el miércoles despejar su camino y reclamó a los republicanos rebeldes que dejen atrás las divisiones y respalden a McCarthy. Sin embargo, su llamamiento cayó en saco roto, lo que revela, por otro lado, que su influencia dentro del Partido Republicano ha disminuido tras las últimas elecciones legislativas.
Para lograr la elección como speaker de la Cámara Baja del Congreso de Estados Unidos, el tercer cargo más importante de la nación después del presidente y del vicepresidente, el candidato republicano necesita obtener 218 votos.
Los 20 representantes republicanos que se han opuesto a la candidatura de McCarthy, menos del 10 % del Partido Republicano, son una minoría en la Cámara, ni siquiera son todos los miembros del House Freedom Caucus, pero tratan de imponer su punto de vista.
Los motivos concretos de ese rechazo tampoco están claros, ya que no los han expuesto. Según declaraciones recogidas por la CNN entre los representantes republicanos, las razones son de lo más variopintas y ni siquiera existe una estrategia común de oposición a la candidatura de McCarthy o un candidato alternativo.
La mayoría son firmes partidarios de Donald Trump, algunos, incluso, más trumpistas que el propio Trump, y siguen sin reconocer la victoria electoral de Joe Biden en 2023.
La CNN apunta a que algunos de los legisladores no quieren a McCarthy simplemente porque no les gusta, quieren a un presidente con un liderazgo más duro.
En ese sentido, uno de los «Never Kevins» –como se ha empezado a conocer al grupo de 20 representantes republicanos rebeldes–, el congresista Matt Gaetz, dijo que McCarthy estaba «desesperado» por acceder a la presidencia de la Cámara y que lo que tendría que hacer es «abandonar la carrera».
Otros quieren un presidente más propenso a introducir reformas en el funcionamiento de la Cámara y a dar mayores instrumentos de control a los representantes, incluida la capacidad de convocar una votación para destituir al presidente.
Pero la piedra angular de la oposición a McCarthy, es la exigencia de conceder a los representantes instrumentos para vetar los proyectos de presupuestos reventando las actuales exigencias de mayorías.
Según publica The Washington Post, en la votación de este jueves podrían producirse movimientos. McCarthy ha puesto sobre la mesa una propuesta con concesiones a los rebeldes que abriría la puerta al desbloqueo.
McCarthy ofreció cambiar el reglamento para facilitar la destitución del presidente y reducir su poder. También propuso nombrar a más miembros del House Freedom Caucus en el Comité de Reglas de la Cámara, lo que daría a este grupo más poder en los procesos de filtro de las propuestas legislativas antes de su debate en el pleno de la Cámara.
Asimismo, McCarthy aceptó eliminar el voto telemático de los representantes, suprimir los detectores de metales y otras medidas de seguridad adoptadas tras el asalto al Capitolio del 6 de enero por parte de partidarios de Trump, o establecer un período de 72 horas para que los representantes estudien cualquier proposición de ley antes de su debate en la Cámara.
Los republicanos moderados, al mismo tiempo, encolerizaron al conocer que McCarthy está dispuesto a realizar todas esas concesiones que, en la práctica, significaría someter la Cámara a la voluntad y capricho de los representantes del House Freedom Caucus.
Para lograr la elección, McCarthy necesita convencer a 11 de los 20 representantes rebeldes, algo que, por el momento, no parece que vaya a suceder este jueves, consolidando una situación sin precedentes en 100 años.