Estados Unidos
Derrota histórica del partido republicano, incapaz de elegir a su presidente en tres intentos
Kevin McCarthy no logró el apoyo en la primera votación, algo que no ocurría desde hace un siglo
El republicano Kevin McCarthy no logró ser elegido presidente de la Cámara Baja de Representantes de Estados Unidos en tres intentos de votación celebrados este martes durante el comienzo del 118 Congreso por la oposición de varios miembros de su propio partido.
McCarthy necesitaba 218 votos para ser elegido el speaker de la Cámara Baja y solo consiguió 203. No fue elegido a la primera –algo que no ocurría desde hace un siglo–, por lo que tuvieron que celebrar sucesivas votaciones que finalizaron con el mismo resultado.
Ya antes de entrar en el pleno, el congresista californiano había admitido que no contaba con los votos suficientes para convertirse en el nuevo presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, aunque aseguró que seguirá dando la batalla para conseguirlos.
El candidato demócrata, Hakeem Jeffries, de Nueva York, obtuvo 212 votos mientras que los republicanos que se rebelaron contra McCarthy propusieron a otro candidato, al congresista ultraderechista de Arizona, Andy Biggs, que obtuvo 10 votos.
Un total de nueve congresistas no votaron por ninguno de ellos y faltó el voto del legislador demócrata Donald McEachin, fallecido en noviembre.
Tres rondas
Al comienzo de la tercera ronda se palpaba cierto malestar. Los republicanos más moderados pedían a sus colegas que apoyaran a McCarthy.
«Vinimos aquí para hacer cosas», afirmó el líder del grupo republicano Steve Scalise, lo que despertó risas entre los demócratas. Los congresistas decidieron levantar la sesión hasta el miércoles por la mañana para darse tiempo para negociar entre bastidores.
A lo largo de las votaciones, el partido de Biden se ha unido en torno a la candidatura del líder demócrata Hakeem Jeffries, aplaudiéndole al son de «¡Hakeem, Hakeem, Hakeem!». Pero carece de votos suficientes para salir elegido.
La última vez que se necesitó más de una votación para elegir al speaker fue hace un siglo. En 1923, el presidente de la Cámara fue elegido en una novena votación, mientras que en 1869 se logró tras 60 votaciones, un proceso que se alargó durante dos meses.
Importancia del 'speaker'
La Cámara no puede dirimir ningún asunto hasta que sea nombrado el speaker, que es la tercera autoridad de Estados Unidos, después del presidente, Joe Biden, y de la vicepresidenta, Kamala Harris, quien también preside el Senado.
La revuelta contra McCarthy ha sido liderada por un pequeño grupo de legisladores ultraconservadores agrupados en el llamado Freedom Caucus.
Algunos de ellos comparecieron ante los medios para confirmar que no iban a apoyar a McCarthy y reprochar que el candidato a presidir la Cámara pretendiera su «sumisión» sin condiciones, en palabras del representante por Florida Matt Gaetz.
El congresista californiano Scott Perry recordó que hace tiempo le enviaron a McCarthy sus demandas, como el cambio de reglamento de los debates o los nombres que quieren poner al frente de los comités de la Cámara, pero este no ha querido negociar hasta última hora.
En sus declaraciones a la prensa, McCarthy criticó que haya miembros de su partido que se oponen a su nombramiento porque piensan más «en sus cargos que en el país».
En juego la sustitución de Pelosi
En juego está la sustitución de Pelosi, quien ha presidido la Cámara Baja en dos períodos (2019-2023 y 2007-2011) y que anunció que deja el liderazgo de la bancada demócrata tras la derrota electoral.
El nuevo Congreso estadounidense inicia esta nueva legislatura con la previsión de que los dos últimos años de mandato del presidente, Joe Biden, se vean obstaculizados por la oposición republicana.
Aunque los republicanos ganaron las elecciones a la Cámara de Representantes en noviembre pasado, su victoria fue mucho menor de lo previsto. Además, los demócratas no solo consiguieron retener la mayoría en el Senado, sino que ganaron un nuevo escaño.
Los republicanos moderados culpan del mal desempeño electoral a la influencia del expresidente Donald Trump (2017-2021) en los comicios, mientras que el ala dura lo atribuye a la campaña diseñada por McCarthy.