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Urna electrónica utilizada en las elecciones de Brasil del 2022AFP

Brasil

Por qué las urnas electrónicas fueron el detonante de la bomba de desconfianza de Bolsonaro

El «código fuente» era una de las reclamaciones de la turba de Brasilia, pero ese dato y el sistema electoral está abierto y fiscalizado

Simpatizantes del expresidente Jair Bolsonaro coreaban «¡Queremos el código fuente!» durante la invasión de Brasilia. La frase refleja el papel de la desinformación en el ataque del domingo: no sólo el código fuente de las urnas electrónicas está disponible hace más de un año, sino que el proceso electoral cuenta con otros mecanismos de auditoría.

Aún así, esta reivindicación motivó a miles de bolsonaristas a invadir los edificios del Palacio de Planalto, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal (STF) el pasado domingo.

«Las plataformas de desinformación fueron importantes para conseguir aglutinar a personas que utilizaron este elemento como justificación para intentar dar una pincelada de legalidad, con muchas comillas, sobre estos actos», asegura a Afp.

El reclamo que apareció escrito en carteles de los bolsonaristas en Brasilia se basa en la alegación de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) habría mantenido «en secreto» el código fuente de las urnas electrónicas, supuestamente con el fin de esconder cambios en la programación que habrían conducido al –hasta ahora desmentido– fraude en las elecciones que dieron ganador a Luiz Inácio Lula Da Silva el pasado mes de octubre.

Además de los reclamos sobre el código fuente, señala Paganotti, también jugaron un papel importante en los episodios del domingo otras acusaciones de fraude y las «lecturas fantasiosas» sobre el artículo 142 de la Constitución, que no abre la vía a una intervención militar como han divulgado los desinformadores.

«Es importante considerar que esas informaciones falsas pueden ser un elemento de racionalización de tendencias que ya estaban presentes, y cualquier empujón sería suficiente» para confirmar los sesgos, reflexiona el experto.

Exigencia absurda

Por ello, no son infrecuentes las demandas sin sentido, como exigir el código fuente de las urnas. «La desinformación es un instrumento de racionalización sin mucha racionalidad», dice.

A esto se añade el hecho de que el cuestionamiento en torno a la fiabilidad de las elecciones ha encontrado eco en algunas instituciones y partidos políticos.

Bolsonaro pidió la anulación de los votos emitidos en 280.000 urnas en la segunda vuelta

En noviembre de 2022, el Partido Liberal del expresidente Bolsonaro pidió la anulación de los votos emitidos en 280.000 urnas en la segunda vuelta, utilizando como justificación la ausencia del número de serie en algunas urnas.

«Teníamos documentos que mostraban que no se habían encontrado pruebas de fraude, pero entonces algunos dirigentes mencionan que eso no significa que no pudiera haber habido fraude», dice Paganotti.

Y añade: «Este tipo de argumento es bastante problemático y da vida a tales cuestionamientos, porque la gente selecciona qué información conviene a sus creencias».

Código fuente abierto

El código fuente es el conjunto de archivos que contienen las instrucciones de lo que debe ejecutar la urna electrónica.

«El código fuente de las urnas se pone a disposición y se inspecciona en momentos específicos y en un entorno controlado por el TSE. No es un código que esté ampliamente disponible», explica Lucas Lago, máster en ingeniería informática y coautor de dos informes sobre el sistema electoral brasileño.

La idea de que el código está «oculto» es, «en general, mentirosa»

Aunque Lago subraya que el acceso a este código podría mejorar, la idea de que el código está «oculto» es, «en general, mentirosa».

En 2017, el profesor Paulo Matias, del Departamento de Informática de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar), examinó el código fuente de las urnas durante la Prueba de Seguridad Pública.

No encontré nada que pudiera indicar un 'código de fraude'Paulo Matias, del Departamento de Informática de la Universidad Federal de São Carlos

«No encontré nada que pudiera indicar un 'código de fraude'. Identificamos vulnerabilidades, que fueron rápidamente mitigadas o corregidas por el TSE», informó Matias.

Por otra parte, además de la inspección del código fuente, el proceso electoral brasileño se basa en otros mecanismos de auditoría y conformidad.

La comunidad brasileña de investigadores del voto electrónico no ha encontrado ninguna acusación plausible

Entre los principales se encuentran la prueba de integridad de las urnas, que tiene lugar en paralelo a la votación propiamente dicha, y la emisión de las urnas por el equipo electrónico, que permite verificar el recuento de los votos independientemente del TSE.

Según Matias, «hasta ahora, la comunidad brasileña de investigadores del voto electrónico no ha encontrado ninguna acusación plausible» de fraude.