Brasil
El Supremo suspende al gobernador de Brasilia por «anuencia» con la turba que asaltó las instituciones
Las primeras consecuencias judiciales y políticas del asalto en masa de las sedes de los tres poderes del Estrado en Brasilia, no se han hecho esperar. Un magistrado de la Corte Suprema suspendió al gobernador del Distrito Federal, Ibaneis Rocha, por 90 días.
La decisión la adoptó el juez Alexandre de Moraes, el mismo que ordenó la liberación inmediata de vías y edificios públicos ocupados el domingo por una turba de seguidores de Bolsonaro que habían acampado en los alrededores y desde el sábado se encaminaba a la conocida plaza de los tres poderes.
«La escalada violenta» contra la sede de los tres poderes «solo podía ocurrir con la anuencia, y hasta la participación efectiva,» de las autoridades competentes por la seguridad pública e inteligencia.
El asalto era un «hecho notorio y sabido, que fue divulgado por la prensa brasileña».El juez del Supremo, Alexandre de Moraes
De Moraes, un conocido de los bolsonaristas que detestan a la Corte, subrayó -informa Efe-, que la organización de esos actos golpistas era un «hecho notorio y sabido, que fue divulgado por la prensa brasileña».
El magistrado señaló directamente a Rocha, quien horas antes había pedido disculpas al presidente Lula y a la cúpula de los poderes Legislativo y Judicial por los graves acontecimientos ocurridos en la tarde del domingo en la capital brasileña.
Rocha también había destituido de forma fulminante a su secretario de Seguridad, Anderson Torres, quien fue ministro de Justicia en los dos últimos años del Gobierno de Bolsonaro (2019-2022) y es una figura muy cercana del ahora exgobernante.
Ante el caos generado, el presidente Lula decretó la intervención federal del área de seguridad de Brasilia hasta el próximo 31 de enero, con lo que las policías regionales estarán bajo control del Gobierno central durante ese periodo.
Más información
El asalto al Congreso, la Presidencia y el Supremo solo se resolvió después de cuatro horas y media de desconcierto, cuando agentes antidisturbios cargaron y lanzaron gases lacrimógenos contra los exaltados que estaban dentro y fuera de los edificios de los tres poderes.
Esos grupos radicales no reconocen el resultado de las elecciones presidenciales del pasado 30 de octubre, que Lula ganó a Bolsonaro, y han venido exigiendo una «intervención» militar que devuelva al poder al capitán retirado del Ejército, actualmente en Estados Unidos.