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Roberta Metsola, presidente del Parlamento EuropeoJohn Thys / AFP

Qatargate

Metsola promete medidas en el Europarlamento para enfrentar la corrupción y la «interferencia extranjera»

La presidente del Parlamento Europeo busca recuperar la credibilidad de la institución tras el escándalo que involucra a Qatar y Marruecos

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, prometió este lunes adoptar medidas para enfrentar la corrupción y la injerencia extranjera en esa institución, sacudida por el estallido de un escándalo que según denuncias involucra a Qatar y Marruecos.

«Impulsaremos medidas que fortalecerán la lucha contra la corrupción y cómo podemos rechazar la interferencia extranjera», dijo Metsola con relación al escándalo.

En opinión de Metsola «los acontecimientos (...) han llevado a la necesidad de reconstruir la confianza con los ciudadanos europeos que representamos».

En diciembre, una investigación de la justicia belga derivó en el arresto de la eurodiputada griega Eva Kaili, quien se desempeñaba como vicepresidencia del Parlamento, y a un influyente exeurodiputado italiano, además de otras dos personas también italianas.

Todos ellos fueron acusados de «organización criminal, corrupción y lavado de dinero» tras recibir pagos en efectivo para defender los intereses de Qatar en el Parlamento. Grecia e Italia han iniciado sus propias investigaciones.

El emirato ha negado enfáticamente cualquier participación en actos de corrupción. Lo mismo ha hecho Marruecos, otro país mencionado en denuncias.

Kaili, quien permanece detenida, ha sido removida de su cargo de vicepresidenta y la persona que la substituirá en esa responsabilidad será escogida el miércoles. Los candidatos serán anunciados el martes.

En un discurso pronunciado este lunes ante la primera plenaria del año del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Metsola insistió en que la reacción al escándalo apenas está comenzando.

«Esto es el inicio, no el fin», dijo, para añadir que ya inició discusiones con todos los grupos políticos representados en la institución para definir «medidas que puedan ser implementadas rápidamente».

En su visión, es esencial mejorar la integridad y la independencia del poder legislativo europeo. A su vez, los eurodiputados piden firmeza en la reacción.

La Defensora del pueblo europeo, Emily O'Reilly, afirmó en una entrevista con Afp que el escándalo de corrupción debía ser la ocasión para cambiar «la cultura» dentro de la institución europea.

«Si existe una cultura que permite asegurarse de que los diputados solo trabajen para el interés general y no para intereses privados, que sea para ellos mismos, otros individuos, sociedades o Estados, entonces [este tipo de escándalos] no ocurrirá», insistió la Defensora del pueblo europeo.

O'Reilly subrayó la necesidad de llevar a cabo «verdaderas reformas», como propuso Metsola.

«La mayoría de los eurodiputados tiene una verdadera ética de trabajo, pero el hecho de que las reglas sean tan flexibles y que a veces no se aplican [permite] que los que quieran comportarse de manera deshonesta puedan [hacerlo]», consideró.

El Defensor del pueblo europeo es un órgano independiente cuya función es exigir a las instituciones europeas que rindan cuentas de su actuación.