Macron y Scholz insisten en que el rearme de Ucrania no debe «provocar una nueva escalada» con Rusia

El presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, mostraron plena sintonía este domingo en París respecto a la estrategia a seguir en Ucrania.

Ambos mandatarios coincidieron en señalar que ofrecerán a Ucrania «todo el apoyo que sea necesario» durante el tiempo «que sea necesario» y «con los medios que sean necesarios», tanto financieros como de ayuda humanitaria y armamento.

Coincidieron también en apuntar a que «el objetivo común es que Rusia retire sus tropas de Ucrania» y en «ajustar las decisiones al criterio de no provocar una nueva escalada» y «a los criterios de necesidades y disponibilidad».

Precisamente, siguiendo ese criterio, el canciller Olaf Scholz volvió a evitar comprometerse al envío de los Leopard 2 de fabricación alemana demandados con Kiev y recordó que Alemania ya está suministrando a Ucrania «tanques del tipo Marder y Gepard, además de sistemas de defensa antiaérea y baterías Patriot».

Macron y Scholz presidieron en la capital francesa el Consejo de Ministros franco-alemán, al final del cual comparecieron ante los medios de comunicación, informó la agencia Efe.

Preguntado sobre si disponibilidad a apoyar a Ucrania incluye los tanques Leopard, Scholz insistió en que toda decisión respecto a los envíos de armas debe ser adoptada «en estrecho consenso con nuestros aliados», tanto europeos como con Estados Unidos.

Recordó que Alemania había mantenido en sus exportaciones de armamento la norma de no enviarlas a países o regiones en conflicto, pero que en el caso de Ucrania se ha mantenido este principio «en respuesta a la guerra de agresión» lanzada por Rusia.

De la misma opinión se mostró Macron, que insistió en que los suministros que se acuerden «no excedan nuestras capacidades».

El Consejo de Ministro franco-alemán y los actos del 60 aniversario del Tratado del Elíseo bilateral entre Francia y Alemania se produce tres días después de la reunión del Grupo de Contacto para Ucrania, celebrada el pasado viernes en la base estadounidense de Ramstein (Alemania), en la que no hubo acuerdo sobre los Leopard.

Dichos tanques son de fabricación alemana y su envío a Ucrania por parte de cualquier país depende de una autorización previa de Berlín.

La indecisión ha provocado críticas entre algunos aliados occidentales –que llevan semanas presionando sobre Berlín–, frustración en Kiev –ante la posibilidad de una ofensiva rusa terrestre– y malestar entre los socios liberales y verdes del socialdemócrata Olaf Scholz –que lo consideran un «fracaso» alemán.