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Posición armenia en Nagorno Karabaj

Posición armenia en Nagorno KarabajAFP

Armenia, el polvorín que puede provocar un nuevo enfrentamiento entre Rusia y Occidente

Moscú no ve con buenos ojos que la Unión Europea envíe una misión civil a Armenia y advierte de que solo agravará la situación

Rusia no ha acogido de buen grado el anuncio de que la Unión Europea enviará una misión civil a Armenia para estabilizar la frontera con Azerbaiyán. El objetivo de la UE es, principalmente, contribuir a la estabilidad en las zonas fronterizas de Armenia, generar confianza sobre el terreno y garantizar un entorno propicio a los esfuerzos de normalización, según ha explicado el propio Consejo de la UE en un comunicado.

Por el contrario, en Moscú la noticia no ha sentado del todo bien y advierten de que la misión de la UE solo agravará la situación en el Cáucaso Sur. El Ministerio de Exteriores ruso, que ha identificado a la Unión Europea como «un apéndice de EE.UU. y la OTAN», ha señalado que su presencia puede dar lugar a «confrontaciones geopolíticas y agravar las discrepancias existentes».

Asimismo, desde el Ministerio ruso acusan a la UE de intentar «socavar» sus esfuerzos de mediación en la región y subraya que la misión de la UE no tiene «ningún valor añadido». Moscú ha sido, tradicionalmente, quien ha actuado como mediador en este conflicto, que se remonta a la década de 1980 y volvió a recrudecerse en 2020. Pero una nueva escalada de violencia en la región de Nagorno Karabaj –zona en disputa entre ambos países– ha disparado todas las alarmas en Bruselas, que desde hace meses está llevando su propia mediación entre Bakú y Ereván.

Rusia no ve con buenos ojos la creciente influencia de la UE en el Cáucaso Sur, zona que considera su «patio trasero», al igual que ocurría con Ucrania. Asimismo, Moscú tiene que hacer frente a una rivalidad con Turquía, que apoya abiertamente a Azerbaiyán, mientras que Armenia denuncia, desde hace semanas, la inacción de Rusia, por lo que ha acudido a la UE, con la esperanza de que ponga fin al bloqueo de Nagorno Karabaj por parte de Bakú.

Las exrepúblicas soviéticas de Armenia y Azerbaiyán han librado ya dos guerras por el control de esta región, habitada en su mayoría por armenios cristianos, pero que pertenece a Azerbaiyán. La última escalada del conflicto, en 2020, provocó la expulsión de buena parte de los armenios del enclave y desde entonces la balanza se ha inclinado aún más a favor de este último.

Armenia, sin embargo, ha visto mermada su capacidad militar, porque Rusia, su tradicional proveedor de armas, carece de suministros, ya que, ahora mismo, Moscú está librando su propia guerra en Ucrania. Aún así, desde el Kremlin advierten a la UE de que el Cáucaso Sur es su territorio.

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