Los tentáculos de Xi Jinping en Hispanoamérica se extienden más allá de sus aliados ideológicos

El presidente chino Xi Jinping aprovechó la reciente cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Buenos Aires para pedir a sus países miembros que entren en una «nueva era» de cooperación con Pekín.

En un discurso en vídeo proyectado durante la Cumbre, Xi dijo que China estaba «lista para continuar trabajando con los países de América Latina y el Caribe para ayudar y progresar juntos, y abogar por la paz, el desarrollo, la equidad, la justicia, la democracia y la libertad».

Con un auditorio en el que figuraban enemigos declarados de Washington, Xi dijo que China «siempre apoya» a la región, de la que es el segundo socio comercial más grande después de Estados Unidos .

El líder chino señaló que el mundo «está en un nuevo período de turbulencia y transformación» y que los desafíos podrían superarse «a través de una cooperación más estrecha». Sin embargo, los tentáculos de Xi ya están en la región e incluso trascienden a sus aliados ideológicos presentes en la cumbre de la Celac.

Autoritarismo digital chino

El régimen comunista chino ya está presente en Hispanoamérica y mantiene una estrategia de penetración política, comunicacional, académica, militar y económica hasta lograr un nivel de influencia en todos los sectores, según revela un estudio denominado Índice de China que analizó datos de 82 países en nueve regiones desde marzo de 2021 hasta marzo de 2022.

El estudio es una iniciativa de Doublethink Lab, una organización de la sociedad civil dedicada a estudiar la influencia negativa del autoritarismo digital chino a partir de las campañas de propaganda financiadas por el régimen de Pekín que suelen manifestarse en forma de guerra psicológica y operaciones masivas de desinformación en todo el mundo.

La mayoría de los indicadores del Índice miden la exposición de un país a los mecanismos de influencia del gigante asiático, por ejemplo, dependencia económica, colaboración o susceptibilidad de recibir algún tipo de beneficio.

Algunos indicadores del índice profundizan sobre la presión abiertamente aplicada a través de estos mecanismos de influencia de China, como amenazar con un castigo económico para provocar o impedir una decisión política que pudiera ser adversa a los intereses chinos.

Más allá de los aliados ideológicos

Entre los 10 países que el Índice de China detecta como focos de su mayor influencia, figuran ocho naciones en el vecindario cercano de la República Popular China: Pakistán, Camboya, Singapur, Tailandia, Filipinas, Kirguistán, Tayikistán y Malasia. Pero hay dos países fuera del sudeste asiático o de Asia Central que saltan a la vista en el listado: Perú y Sudáfrica.

Perú está en el quinto lugar de la tabla, empatado con Sudáfrica

El caso peruano es altamente llamativo porque es el país que más parece cooptado por China en Hispanoamérica, aún más que Venezuela o Bolivia, cuyos gobiernos suelen ser aliados ideológicos del gigante asiático. Venezuela aparece en el puesto 25 y Bolivia en el puesto 60 del índice de China.

Perú, el país más influenciado por China

Según el informe, en Perú hay periodistas, organizaciones de medios o personas influyentes en línea que han asistido a giras de medios con todos los gastos pagados a China y han recibido capacitación de medios estatales o entidades conectadas con el régimen de Pekín.

También las universidades peruanas han establecido asociaciones de investigación con entidades conectadas con la Gobierno chino (por ejemplo, Huawei, Tencent o Alibaba). Así mismo, funciona activamente el Instituto Confucio, una entidad estatal china que promueve la lengua y la cultura china, pero que es acusada de espiar y coaccionar a opositores en el extranjero.

Empresas chinas son proveedores de equipos o servicios tecnológicos para funciones de seguridad y defensa en Perú

Por otra parte, el reporte remarca que China es el socio comercial número uno y principal cliente de las industrias extractivas peruanas. Además, entidades vinculadas al régimen de Pekín poseen, operan o controlan sustancialmente infraestructura crítica (por ejemplo, puertos, centrales eléctricas, centros de datos digitales, etc.) o sectores sensibles (biotecnología, materias primas, etc.)

La publicación señala que «es usual también que el gobierno peruano acepte la capacitación relacionada con la aplicación de la ley y la justicia», de esta forma el régimen de Pekín brinda capacitación a diplomáticos o funcionarios públicos sobre «gobernanza» y «hay informes de políticos o empleados del gobierno que han sido presionados por diplomáticos de la República Popular China para cambiar sus posturas políticas o diplomáticas».