La amante del capo Messina Denaro testifica ante la policía italiana: «No sabía que era él»
«No tenía ni idea de su verdadera identidad, a mí se me presentó con otro nombre. No podía saber que fuese Matteo Messina Denaro».
La supuesta amante del último de los grandes capos de Cosa Nostra, detenido el pasado 16 de enero en Palermo tras 30 años huido de la justicia, se presentó ante los Carabinieri que investigan la red criminal de Messina Denaro con una sorprendente declaración: «Vi la foto y lo reconocí».
El testimonio de la amante, cuyo nombre no ha trascendido, aparece publicado este lunes en varios periódicos italianos. Según Corriere della Sera, la mujer habría mantenido una relación con el capomafia de Cosa Nostra durante los últimos meses.
Ambos se veían en el escondite de Denaro: un discreto apartamento en Vicolo San Vito, en la localidad siciliana de Campobello di Mazara, a pocos kilómetros de Castelvetrano, localidad natal de Messina Denaro.
En un primer registro del apartamento aparecieron desde comida en abundancia a trajes de y objetos de lujo –en el momento de su detención Denaro llevaba un reloj de más de 30.000 euros–, además de un cartel de la película El Padrino.
En un registro más a conciencia, señala Corriere della Sera, los Carabinieri encontraron documentos con información de sus negocios ilícitos, teléfonos de personas de interés y una gran cantidad de pizzini, pequeños papeles con mensajes.
Aparecieron también varios documentos de identidad de diversas personas con cuyas identidades Matteo Messina Denaro ha podido moverse sin ser identificado como el perseguido capo dei capi.
Entre otros, estaban los documentos de Giovanni Luppino y Andrea Bonafede, sus dos lugartenientes.
La amante de Denaro describió al capo dei capi como un hombre educado y atento, y aseguró que jamás tuvo sospechas sobre la verdadera identidad del hombre con el que se veía regularmente.
El testimonio de la mujer, apunta Corriere, está repleto de incongruencias, y los investigadores han empezado a desconfiar de su veracidad.
Después de 30 años de omertà que contribuyó a mantener oculto a Denaro, que continuó haciendo una vida prácticamente normal a pesar de ser el hombre más buscado por la policía italiana, se rompió repentinamente tras su detención.
Los Carabinieri deben hacer frente desde el 16 de enero a una avalancha de declaraciones de testigos dispuestos a compartir la información sobre las actividades delictivas de Denaro.
Corriere della Sera habla con sarcasmo de «un recuperado sentido cívico» de una sociedad acomodada durante muchos años a mirar para otro lado.
Para tirar del hilo, en cambio, los Carabinieri encuentran más útil el análisis del contenido del teléfono móvil del padrino de Castelvetrano.
En su interior, los investigadores han encontrado los números de teléfono de una gran cantidad de individuos que Denaro ha frecuentado a lo largo del último año.
Ese hilo permitirá identificar a los diferentes interlocutores de la red del capomafia que los han protegido desde 1993, año en que pasó a la clandestinidad.
Según Corriere, muchos de los testigos que han acudido a declarar son personas que han mantenido un contacto más o menos estrecho con Denaro, y que prefieren acudir a declarar voluntariamente antes que ser detenidos e interrogados.
De este modo, se ha derrumbado la red de cómplices y testigos mudos que han permitido a Matteo Messina Denaro moverse con libertad, salir al extranjero y seguir administrando sus negocios.
Su actividad delictiva, construida a partir del narcotráfico, el blanqueo, y la extorsión, le permitió reunir una fortuna de 4.000 millones de euros.
Mediante negocios relacionados con el turismo y las energías renovables, consiguió esconder el origen ilícito de sus cuantiosas ganancias.
A pesar de se de Castelvetrano, y no de Corleone, Denaro heredó el trono de la Cosa Nostra tras la caída de sus dos predecesores: Totò Riina y Bernardo Provenzano.
Matteo Messina Denaro estaba en busca y captura desde 1993 por su responsabilidad en el asesinato en 1992 de los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, la campaña de atentados terroristas en 1993 en Roma, Milán y Florencia.
Se le buscaba también por el secuestro, tortura y asesinato del niño Giuseppe Matteo, hijo de un mafioso arrepentido, al que estranguló antes de disolver su cuerpo en ácido.