Fundado en 1910

Convoy de municiones enviado por Polonia a Ucrania en los primeros momentos de la invasión rusatwitter.com/mblaszczak

340 días de guerra en Ucrania

La ruta secreta para proveer de armas a Ucrania que Rusia no puede destruir

El mayor problema de Moscú no solo es el soporte armamentístico de Occidente a Ucrania, sino la incapacidad de detener el constante suministro

Aunque a veces dubitativa, la ayuda armamentista occidental a Ucrania ha sido fundamental para repeler e incluso contraatacar a Rusia. El constante suministro en plena invasión es, en sí mismo, una bofetada para el Kremlin que se ve incapaz de detenerla.

Polonia y especialmente la base militar de Rzeszow a 70 kilómetros de la frontera con Ucrania, es una pieza clave para el suministro de armas occidentales a Kiev, aunque otros países fronterizos estarían siendo utilizados como ruta alternativa para la entrada de las armas enviadas por los aliados de la OTAN.

Ucrania comparte una frontera de 530 kilómetros con Polonia, el único país por el que oficialmente se transfieren armas, aunque se presume que existen otras rutas a través de Rumanía y Eslovaquia. El gobierno rumano no lo confirma, pero Moscú ya ha advertido que tiene información de que así es y que lo considera un «acto hostil».

No hay información sobre dónde exactamente se realiza la entrega del armamento y si los trenes y camiones ucranianos ya salen cargados de Polonia o si el cambio de vehículos se realiza en la frontera.

Lo más seguro es que los militares y estrategas de la Alianza Atlántica operarían hasta el borde la frontera ucraniana, dejando en manos de las fuerzas ucranianas la responsabilidad de introducir los suministros occidentales en su territorio usando tanto la red de carreteras como la amplia red ferroviaria ucraniana.

Ucrania está bajo ley marcial y toque de queda nocturno, pero los convoyes militares y los vehículos del ejército no detienen sus actividades para aprovechar la oscuridad de la noche. Las rutas de suministro es uno de los secretos mejores guardados del Gobierno de Kiev.

La impotencia de Rusia

De acuerdo con la prensa estatal rusa, en diciembre pasado, los funcionarios prorrusos de la provincia ucraniana anexionada de Lugansk pidieron a Moscú que destruyera las rutas logísticas en el oeste de Ucrania porque esto tendría «un impacto radical» en la invasión.

Sin embargo, para el general francés Jérôme Pellistrandi, Moscú ha renunciado a esta opción porque «no tiene la capacidad para lograrlo» según refiere El País. La mejor manera sería si la Fuerza Aérea Rusa pudiera ingresar al territorio ucraniano, pero desde abril de 2022 ha dejado de hacerlo porque la red de defensa aérea móvil de Kiev ha demostrado ser tremendamente efectiva.

«Sin poder usar sus aviones, los rusos tienen una tecnología deficiente para alcanzar objetivos en movimiento», dijo a El País, Luke Coffey, militar estadounidense retirado, experto del Instituto Hudson y exasesor de la Secretaría de Defensa del Reino Unido.

La alternativa que le queda al ejército ruso son los misiles de precisión, pero su arsenal, tras casi un año de guerra, es mínimo, según los servicios de inteligencia estadounidenses y británicos.

Finalmente, la última opción del Kremlin para interrumpir el suministro de ayuda Occidental a Ucrania sería bombardear el aeropuerto polaco de Rzeszow, admite Pellistrandi, pero eso es poco probable porque significaría declarar la Tercera Guerra Mundial.