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Imagen del vídeo de las Pussy RiotYoutube

340 días de guerra en Ucrania

Las Pussy Riot queman un mural de Putin en un vídeo que recrea un ritual de magia negra

El grupo ruso de punk-rock incinera el retrato del mandatario y posteriormente introduce sus cenizas en unos frascos, en un acto de oposición al Kremlin

Las Pussy Riot, el grupo ruso de punk-rock, está llevando a cabo su propia oposición contra el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Una de sus últimas acciones ha sido la publicación de un vídeo musical, en el que recrean un ritual de magia negra y queman un mural con la imagen del mandatario ruso. Posteriormente, mujeres vestidas con pasamontañas aparecen recogiendo las cenizas, que introducen en un frasco.

El grupo presentó la perfomance en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, durante la inauguración de la exposición que precisamente lleva el nombre de Las Cenizas de Putin. Según publica Los Angeles Times, Nadya Tolokonnikova, integrante de las Pussy Riot, explicó que «a veces necesitas ser un poco tonto y usar la ironía y la risa para vencer a los dictadores peligrosos».

La actuación se grabó en agosto de 2022 en un árido paisaje desértico y reúne a once mujeres con pasamontañas rojos. La mayoría de ellas proceden de Rusia, Ucrania o Bielorrusia, y juntas queman un cuadro donde aparece el presidente Putin. Mientras, de fondo, se escucha «te encontraremos en todas partes tus cenizas arden sin llama en la oscuridad».

«Llevo protestando contra Putin desde 2007. Y creo que hay que pararle los pies porque en estos momentos es el dictador más peligroso del planeta», explica la cantante. La oposición de estas mujeres al Kremlin les ha supuesto el exilio, incluso la cárcel. En mayo de 2022, otra de sus integrantes Maria Alyokhina reveló que tuvo que huir de Rusia, después de que su país invadiera Ucrania, por miedo a volver a entrar en prisión.

La activista relató a The New York Times cómo se disfrazó de repartidora de comida a domicilio para salir de su casa sin ser vista, pero las autoridades rusas ya la tenían fichada. Alyokhina tuvo que realizar el periplo hasta en tres ocasiones diferentes, pero finalmente consiguió salir de su país.

«No creo que Rusia deba seguir existiendo. Incluso desde antes de la guerra, había dudas sobre su unidad, los valores que la unen, y la dirección en la que se mueve. Pero ya no creo que haya tantas dudas», explicó Alyokhina.