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-FOTODELDÍA- BISKEK, 02/02/2023.- Un veterano de guerra durante la ceremonia de celebración del 80 aniversario de la liberación de Stalingrado, este jueves en la Plaza de la Victoria de Biskek, Kirgistán. Esta república celebra este acontecimiento histórico con diversos eventos preparados por el Ministerio de Defensa, la embajada rusa y organizaciones estudiantiles y de veteranos. La batalla de Stalingrado, una de las más importantes de la Segunda Guerra Mundial en el frente oriental, finalizó con victoria de la URSS el 2 de febrero de 1943 tras cinco meses de lucha entre el ejército soviético y las tropas nazis. EFE/IGOR KOVALENKO

Un veterano de guerra durante la ceremonia del 80 aniversario de la liberación de Stalingrado en KirguistánEFE

346 días de guerra en Ucrania

Stalingrado, 80 años después y Ucrania un año más tarde

Los carteles recuerdan a Stalingrado como la «patria de la victoria». Hoy la «Z», símbolo de la actual campaña rusa, se puede ver en los tranvías, en algunas ventanas y en las chaquetas de los niños

Entramos en el mes en que se cumplirá un año de la ocupación rusa de Ucrania. Un año de campaña bélica en Centroeuropa y Ucrania, contra todo pronóstico, ha repelido la agresión rusa y ha contado con un unánime apoyo de Estados Unidos y Europa occidental.

Una OTAN que a finales de 2021 se pensaba obsoleta e innecesaria se ha hecho imprescindible e, incluso, se ha rearmado. La Alianza avanza en su apoyo logístico a las fuerzas ucranianas y el optimismo crece con respecto a una victoria sobre Rusia.

Si Ucrania ha avanzado tanto y ha repelido tan bien la invasión de Rusia ha sido gracias a la respuesta unificada de Occidente. A diferencia de las reacciones a la invasión rusa de Georgia en 2008 o de Ucrania en 2014, la respuesta occidental a la última maniobra de Putin ha sido contundente en múltiples frentes. La OTAN reforzó sus defensas orientales e invitó a Suecia y Finlandia a unirse a la alianza.

Así mismo Putin conmemora el 80 aniversario de la victoria del Ejército Rojo en la Batalla de Stalingrado contra la Wehrmacht alemana, él mismo ha viajado a la ciudad de Volgogrado y, en estos días, la gran ciudad del Volga vuelve a llamarse Stalingrado. Se ha llenado de rótulos el lugar para celebrar el aniversario de la decisiva victoria soviética, en la Segunda Guerra Mundial.

La batalla de Stalingrado, con cientos de miles de muertos en menos de 200 días, se considera una de las derrotas más duras y decisivas del ejército alemán

La batalla de Stalingrado, con cientos de miles de muertos en menos de 200 días, se considera una de las derrotas más duras y decisivas del ejército alemán y, supuso, un punto de inflexión en la Segunda Guerra Mundial.

La ciudad fue destruida casi por completo en la amarga lucha. El 19 de noviembre de 1942, el Ejército Rojo contraatacó, rodeando al 6º Ejército de la Wehrmacht. El 2 de febrero de 1943, las últimas unidades alemanas fueron tomadas como prisioneros de guerra

Putin establece paralelos con la guerra en Ucrania y amenaza a Occidente. El duelo por los muertos de entonces es una cuestión de Estado, a diferencia de los muertos de la guerra actual. El presidente ruso ha dicho: «Los tanques alemanes nos amenazan de nuevo».

Stalingrado fue literalmente reconstruido sobre los huesos de los muertos

Esta batalla se ganó hace exactamente ochenta años. Cientos de miles de soldados cayeron cada uno del lado de los atacantes alemanes con sus aliados y los defensores soviéticos. Cuando terminó la lucha después de cinco meses y medio, la ciudad estaba completamente destruida. Stalingrado fue literalmente reconstruido sobre los huesos de los muertos. En muchos edificios, las placas recuerdan los combates casa por casa.

Por toda la ciudad, los carteles recuerdan a Stalingrado como la «patria de la victoria». Hoy la «Z», símbolo de la actual campaña rusa, se puede ver en los tranvías, en algunas ventanas, en las chaquetas de los niños. Está previsto que se proyecten películas que recuerdan los combates en las fachadas de la estación de tren y el Museo de la Batalla de Stalingrado. La crudeza de esta batalla se extendió desde mediados de julio de 1942 hasta febrero de 1943.

Si hacemos un balance realista los próximos seis meses serán dramáticos y decisivos, se avecina una gran tragedia humana en el campo de batalla. Las fuerzas ucranianas se enfrentarán a duras condiciones de combate y los civiles ucranianos seguirán soportando los ataques rusos diarios.

De la misma forma las tropas rusas, se enfrentan a iguales contratiempos y sufrirán numerosas bajas. Según el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley, el ejército ruso ya ha sufrido entre muertos y heridos la perdida de unos 100.000 efectivos. Y, según los mandos occidentales, gracias a la indiferencia del Kremlin miles de soldados rusos perecerán este invierno.

Pero las afirmaciones de un lado y de otro de los contendientes hay que verlas con la misma precaución y escepticismo que los sondeos que publica el CIS de Tezanos.

La terrible realidad es que la guerra continúa y Putin no ha dado muestras de querer ponerle fin. Tampoco desde occidente se dan pasos para abrir unas vías de paz.

La Federación Rusa está planeando una gran contraofensiva con unos 200.000 soldados más, como advirtió el general Valerii Zaluzhnyi, comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas. «Podrían volver a atacar Kiev». Por supuesto los ucranianos, a estas alturas, están dispuestos a luchar el tiempo que haga falta para liberar a su país, convencidos de que el tiempo está de su parte.

Putin espera que los gobiernos y las sociedades occidentales pierdan la voluntad y el interés por seguir ayudando a Ucrania

Esto se debe a que Putin espera que los gobiernos y las sociedades occidentales pierdan la voluntad y el interés por seguir ayudando a Ucrania. Así mismo, el Kremlin se mantiene firme en que el desgaste y la desmoralización derrotarán a los ucranianos, de hecho, Ucrania llora a los muertos tras el impacto de un cohete ruso en un edificio residencial de Kramatorsk, al este del país. A 80 años de la victoria rusa en Stalingrado, Putin todavía no ha escalado en la ofensiva pero la tensión bélica sigue en aumento.

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