El derribo del globo espía 'pincha' la esperanza de recomponer las relaciones entre China y EE.UU.
Previo a la detección y derribo del globo que Washington considera espía, la diplomacia china mostró un aparente entusiasmo por la visita a Pekín del secretario de Estado de EE.UU. Antoni Blinken como una oportunidad para bajar las tensiones y reimpulsar su economía exportadora.
«Según todos los informes, el liderazgo chino esperaba tener conversaciones directas con Blinken... sería muy plausible que (el líder chino Xi Jinping) quisiera asegurarse de que todo estuviera bien en el período previo a la visita», dijo a la CNN Chong Ja Ian, profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad Nacional de Singapur.
Sin embargo, junto con los restos del globo que cayeron sobre el Atlántico frente a la costa de Carolina del Sur, también cayeron las esperanzas de que la relación entre ambas potencias regresara rápidamente a un punto en que le permitiera al régimen comunista enriquecerse y fortalecerse con el intercambio comercial irrestricto con EE.UU.
De ser un acto deliberado por parte del ejército chino, como lo considera la inteligencia estadounidense, sería una muestra de desprecio a este entendimiento diplomático y comercial entre ambas potencias.
Por el contrario, de ser un espionaje fallido, se trataría de un error garrafal de Pekín que lo pone en evidencia y destroza sus planes de distención con Estados Unidos y 'pacificación' de las relaciones comerciales entre ambos.
¿Error de la enorme burocracia china?
Sobre la base de este segundo escenario, Steve Tsang, director del Instituto SOAS China de la Universidad de Londres, dijo que cualquier operación de vigilancia que involucre el espacio aéreo estadounidense «casi con certeza» tendría que obtener la aprobación de los principales líderes comunistas, incluido Xi.
Eso sugiere, según Tsang, que hubo un «error de cálculo total» en el que el líder chino y sus asesores pensaron que Estados Unidos no respondería enérgicamente al globo, o que los principales líderes no pudieron «unir los puntos» entre varias actividades para darse cuenta de que el envío de un globo tendría el potencial de afectar la visita de Blinken.
Chong, el académico de Singapur, planteó otra posibilidad: «como muchas otras grandes burocracias... La mano derecha puede no saber lo que está haciendo la mano izquierda y puede haber una simple cuestión de falta de coordinación».
Las consecuencias
La retórica del régimen de Pekín se endureció significativamente después de que el ejército estadounidense derribó el globo y el Ministerio de Relaciones Exteriores de China acusó a Estados Unidos de «reaccionar exageradamente» y «violar gravemente la práctica internacional». El Ministerio de Defensa, mientras tanto, expresó una «protesta solemne», advirtiendo que China «se reserva el derecho de usar los medios necesarios para hacer frente a situaciones similares».
A pesar de esto, China ha mostrado signos de tratar de mantener a raya la retórica nacionalista en torno al incidente, en lugar de avivar la indignación, como lo hizo Pekín anteriormente durante eventos que avivaron las tensiones entre Estados Unidos y China, como la visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán el verano pasado.
Los medios estatales chinos también anunciaron el sábado que el jefe del servicio meteorológico del país fue relevado de su deber, en un intento de apuntalar la posición oficial de Pekín de que el globo de gran altitud era de naturaleza civil principalmente con fines meteorológicos. Sin embargo, ya se esperaba que el funcionario se fuera después de ser nombrado para un nuevo puesto en enero.
«Este incidente del globo ahora nos retrasa significativamente, porque el calendario de las relaciones entre Estados Unidos y China en los próximos meses no permite mucho espacio para que las dos partes se reinicien», dijo a la CNN Jude Blanchette, presidente de la cátedra Freeman en Estudios de China en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), y agregó que la reunión había sido una oportunidad para establecer algunos límites para la relación.