Israel acusa a Colau de reforzar el extremismo, el terrorismo y el antisemitismo con sus decisiones
El gobierno israelí ha reaccionado a la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de romper toda relación entre el Ayuntamiento y el Estado de Israel acusando a la mandataria municipal de reforzar con su decisión a «extremistas, grupos terroristas y antisemitas».
Por medio de un comunicado en español y catalán del portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Lior Haiat, Israel lamentó la decisión de Colau de suspender relaciones con el Estado de Israel y el hermanamiento entre la ciudad española y Tel Aviv.
«Es una decisión lamentable que está totalmente en contra de la opinión de la mayoría de los ciudadanos de Barcelona y sus representantes en el Ayuntamiento», subrayó Haiat.
«La decisión es un refuerzo para extremistas, grupos terroristas y antisemitas, y está en contra de los intereses de los ciudadanos de Barcelona», añadió.
Además, recordó que «la amistad entre Israel y Barcelona lleva muchos años, y está basada en una cultura y valores compartidos». «Esta penosa decisión no logrará dañar esta amistad», concluyó.
Colau, que acusó al gobierno israelí de someter a un régimen de apartheid a la población palestina, decidió suspender de forma «temporal» las relaciones con el Estado de Israel y, al mismo tiempo, romper el hermanamiento entre Barcelona y la ciudad israelí de Tel Aviv.
La alcaldesa de Barcelona tomó la decisión tras reunirse con miembros de la iniciativa «Barcelona con el Apartheid NO», que reclamaba que el ayuntamiento tomara una decisión en ese sentido.
La ruptura con las instituciones israelíes fue también una recomendación del Defensor del Pueblo catalán efectuada el pasado mes de diciembre de 2022.
Para terminar de agrandar la polémica, Colau ha decidido realizar la ruptura por medio de un decreto de alcaldía, y evitar así el debate y votación en el pleno del ayuntamiento.
La misma Colau aseguró en rueda de prensa que había remitido una carta al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, en la que le informa de la decisión y le explica los motivos.
La alcaldesa aseguró en la comparecencia que «no puedo permanecer impasible ante la vulneración sistemática de los derechos básicos de la población palestina».
También afirmó que se trata de una decisión «complicada y difícil» e insistió en que Barcelona está «comprometida con la fraternidad, pero también considera que es intolerable seguir normalizando el apartheid» que, en su opinión, sufre la población palestina por parte de Israel.
Colau también quiso curarse en salud ante posibles insinuaciones de antisemitismo detrás de su decisión y aseguró que tanto ella como alcaldesa como el ayuntamiento de Barcelona seguirá trabajando junto a entidades judías para denunciar los delitos de odio.
También aseguró que su decisión busca criticar «a un gobierno, no a un pueblo ni a una religión».