Enfrentamiento entre militantes palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes
Jericó se tiñe de sangre: Israel elimina a cinco terroristas de Hamás que participaron en un ataque
Las fuerzas de Israel mataron a cinco milicianos del grupo terrorista palestino Hamás, según confirmaron fuentes del mismo movimiento yihadista.
Según el ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que no hizo referencia a la militancia terrorista de los cinco palestinos abatidos, la redada se produjo en el campo de refugiados de Aqabat Jabr, cerca de la localidad turística de Jericó, en Cisjordania.
En este mismo lugar se produjo hace unos días, el 28 de enero, un ataque armado contra colonos israelíes en un restaurante, informó a Efe fuentes oficiales israelíes.
El Ejército israelí afirmó que el objetivo de la operación era arrestar a los terroristas de aquel ataque.
«Israel mató a cinco palestinos», señaló el ministerio de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, identificándolos como Rafat Wael Awadat, Malik Awni Lafi, Adham Majdi Awaidat, Ibrahim Wael Awaidat y Thaer Awadat, de entre 21 y 28 años.
Un funcionario de Seguridad israelí informó a Efe que entre ellos hay «dos terroristas de Hamás que intentaron realizar un atentado».
Este agente declinó hacer comentarios sobre el paradero de los cadáveres, pero un portavoz de la ANP aseguró a Efe que se encuentran retenidos por las autoridades israelíes.
Tanto israelíes como palestinos han utilizado los restos de personas muertas en enfrentamientos o atentados como moneda de cambio a lo largo del conflicto.
El movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto en la Franja de Gaza desde 2007, aseguró que los cinco palestinos muertos formaban parte de las Brigadas Al Qassam, su ala militar.
Según autoridades palestinas, la redada israelí «dejó decenas de heridos», tres de los cuales se encuentran hospitalizados en Cisjordania ocupada.
Ataque armado contra judíos
El Ejército israelí dijo que su redada cerca de Jericó tenía por objetivo arrestar al «grupo terrorista» que perpetró un ataque a tiros el 28 de enero, en un restaurante ubicado en un asentamiento judío aledaño. Ese ataque no dejó víctimas.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que dos de los cinco palestinos abatidos «intentaron llevar a cabo ese ataque».
Según las autoridades israelíes, dos hombres armados acudieron al restaurante que albergaba unos 30 civiles, «con el fin de llevar a cabo un ataque mortal», pero debido a «un fallo en un arma de fuego, los terroristas huyeron hacia la ciudad de Jericó».
«Se descubrió que los sospechosos armados estaban atrincherados en una residencia del campamento de Aqabat Jabr, adyacente a la ciudad de Jericó, con la ayuda de familiares y lugareños», señaló un portavoz del Ejército, al precisar que durante la redada de anoche varios milicianos armados dispararon contra los soldados.
Ola de violencia
El servicio de emergencia palestino Media Luna Roja aseguró que «las fuerzas de ocupación (israelíes) impidieron que los equipos médicos realizaran su trabajo y una ambulancia fue atacada» durante la redada.
Estos incidentes se producen en medio de una escalada de violencia en la región que ha dejado 48 muertos en lo que va del año: 41 palestinos –promediando más de uno al día– y siete personas del lado israelí.
El pasado 26 de enero, una redada de las fuerzas israelíes en la ciudad de Yenín se saldó con 10 palestinos muertos. El día siguiente, un atacante palestino mató a siete personas en un asentamiento israelí de Jerusalén Este ocupado. Ambos estuvieron entre los incidentes más mortíferos en Israel y Cisjordania en años.
A esto se sumaron otros sucesos violentos, ataques y lanzamientos de cohetes por parte de milicias palestinas desde Gaza y bombardeos de represalia israelíes.
Israel tomó control de Cisjordania en 1967, y desde entonces ha mantenido una ocupación militar sobre este territorio que es de las más largas en la historia reciente.
