El incansable trabajo de los espías rusos para reprimir los 'memes' contra Putin

El Organismo Federal ruso de control de los medios de comunicación ha encargado a sus espías la protección del presidente Vladímir Putin ante los memes que lo retratan como un «enano calvo» o «un aspirante a Hitler».

Estas medidas de protección tienen lugar en el marco de una filtración de la agencia Roskomnadzor, principal encargada de la censura en Internet en Moscú, que bloquea el material sobre la invasión rusa de Ucrania y cualquier comentario despectivo hacia Putin.

Tras analizar las filtraciones, se hizo público el proceso que la agencia lleva a cabo para ocultar las «publicaciones negativas» del presidente ruso.

Según el diario británico Daily Mail, estas vejaciones se recopilan en informes que son después enviados al Kremlin y a los servicios de seguridad rusos a través de un sistema de mensajería interno con el objetivo de informar sobre todos aquellos que atentan contra la dignidad de su líder.

Algunos de los memes prohibidos contra los que trabaja la agencia Roskomnadzor son el que compara a Putin con el dictador nazi Adolf Hitler; o aquel en el que lo retratan como un «enano calvo» por la creencia de que utiliza plataformas para parecer más alto.

A estas imágenes se suman los números retratos que comparan al presidente ruso con figuras negativas como pedófilos o asesinos en serie, y las representaciones en escenas pornográficas.

Además de los memes, el grupo de espías se centra en erradicar las insinuaciones de que la salud del presidente se encuentra en «estado crítico» mediante un software que controla los medios de comunicación y las redes sociales.

No conformes con controlar Moscú, la agencia supervisa también medios de comunicación occidentales como CNN, Fox News o Financial Times y todos los canales anónimos de redes sociales como Telegram, que a menudo arremeten contra el inquilino del Kremlin

Desde el inicio de la guerra, Roskomnadzor se ha encargado de tomar medidas contra todo aquel que muestra su disconformidad en público.

Todos estos actos considerados como «extremismo» en Rusia son castigados con penas de hasta 15 años de prisión.