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Partidarios de la Confederación Democrática del Trabajo (CDT) asisten a una manifestación en RabatAFP

Norte de África

Manifestaciones en Marruecos contra el Gobierno por el aumento de los precios

Los marroquíes salieron el domingo a las calles de Rabat, mientras se esperan más concentraciones a lo largo de la semana

A pesar de que las autoridades marroquíes han prohibido las protestas, este domingo, la Confederación Democrática del Trabajo (CDT) convocó una huelga nacional de funcionarios, así como una marcha pacífica en todo Marruecos, para protestar por la subida de los precios de los alimentos y el combustible.

Un grupo de militantes del CDT se concentraron en varias ciudades marroquíes, entre ellas en la capital. Según recoge RFI, las fuerzas policiales impidieron la concentración en Rabat, donde los manifestantes, rodeados de policías, coreaban eslóganes contra «la degradación del poder adquisitivo».

El alto coste de la vida está incendiando las calles de Marruecos. Algunos alimentos básicos han triplicado su precio, como es el caso de la patata, o la carne roja, que pasó de 70 dirhams el kilo (unos siete euros) a 110 dirhams (unos 11 euros) en cuatro meses. Asimismo, la inflación se sitúa en el 6,6 %.

El CDT acusa al Gobierno de Rabat de agravar la situación financiera del Reino con sus medidas. Othmane Baqa, secretario general de la organización, señaló que el aumento de los precios es consecuencia directa de la «exportación masiva de la producción local» y que estas políticas «están poniendo en peligro la seguridad alimentaria de la nación marroquí».

Por su parte, Rabat ha culpado a la «especulación» de la escalada de los precios. El primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, y de cara a la celebración del Ramadán, prometió «reforzar el control del mercado» y bajar los precios en los próximos días.

Para atenuar las repercusiones de la subida de precios en los hogares, el gobierno ha concedido subvenciones a ciertos productos básicos (gasolina, gas, harina). Sin embargo, el Banco Mundial destacó, en un informe, que a «pesar de estas medidas, son los hogares modestos y vulnerables los que siguen sufriendo más el impacto del alza inflacionista de los precios de los alimentos y otros productos».