Ecuador
El presidente Lasso encara la delincuencia y el narcotráfico mientras la oposición busca derrocarlo
El presidente Guillermo Lasso lanzó la «cruzada por la seguridad» y usó por primera vez las redes sociales para atender personalmente un caso de secuestro express que provocó revuelo mediático al tratarse de la periodista Blanca Moncada.
Moncada relato en un tuit los detalles de su secuestro a manos de dos delincuentes que se introdujeron en el taxi en el que la periodista viajaba y con la complicidad de el chófer, la llevaron a varios cajeros hasta que vaciaron sus cuentas bancarias, luego la dejaron en una calle oscura.
El mandatario se hizo eco de la publicación y escribió en la misma red social: «Estimada @Blankimonki mi solidaridad y respaldo. He dispuesto al Ministerio de Interior que se contacte contigo para esclarecer este hecho. En este momento, la Policía de Ecuador está realizando las investigaciones correspondientes».
La intervención directa del presidente en un delito, cada vez más común en el país sudamericano, se realizó en el marco de la recién lanzada «cruzada por la seguridad» en que el Gobierno de Lasso ha anunciado que ha tomado el control de las cárceles para que «responden al Estado y no a las mafias».
En paralelo, la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, ha planteado un juicio político por corrupción contra el mandatario, liderado por los dirigentes correístas con el objetivo de sacarle del poder.
Las fuerzas opositoras, que son mayoría en el hemiciclo ecuatoriano, realizaron un comunicado conjunto el sábado en el que indicaron que «la petición de juicio político está en firme y será presentada a mediados de marzo».
El comunicado lo suscribe en primer lugar el presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, así como representantes de distintos grupos que apoyan el juicio político al mandatario que puede derivar en su salida del poder.
Entre los firmantes están integrantes de la bancada parlamentaria Unión por la Esperanza (Unes), afín al expresidente Rafael Correa (2007-2017) y el Partido Social Cristiano (PSC).
La presión de la oposición hacia Lasso se ha acrecentado tras la cita electoral del 5 de febrero, donde el correísmo y Pachakutik salieron reforzados al ganar las elecciones locales, mientras que el Gobierno salió debilitado al perder el referéndum convocado para aplicar reformas a la Constitución en materia de seguridad, democracia y medio ambiente.
El Gobierno de Lasso calificó el informe legislativo que dio luz verde al proceso de un «mamotreto» que «carece de validez jurídica» y que resulta «un verdadero atentado a la razón y al sentido común».