Fundado en 1910

Imagen de archivo de un MQ-9 Reaper en pleno vueloEFE

385 días de guerra en Ucrania

Rusia y EE.UU. inician una carrera para ver quién recupera antes los restos del dron derribado en el mar Negro

Washington ha advertido a Moscú contra cualquier intento de hacerse con los restos

El derribo de un dron estadounidense MQ-9 Reaper por un caza ruso sobre el mar Negro ha provocado una escalada de tensiones sin precedentes en el contexto de la guerra Ucrania, entre las dos grandes potencias. Ahora, tanto Rusia como Estados Unidos ha iniciado una carrera para ver quién recupera antes los restos del avión no tripulado.

Por ahora, la Administración de Joe Biden ha hecho público un vídeo que confirma la versión estadounidense de cómo se produjo el incidente. El martes, el comandante de la Fuerza Aérea de EE.UU. en Europa, James Hecker, reveló que uno de sus drones que sobrevuela el mar Negro y que lleva a cabo tareas de inspección y reconocimiento de la zona fue derribado por un avión ruso Su-27.

El Kremlin anunció ayer que estaba determinado en recuperar los restos del aparato, pese a la advertencia de Estados Unidos contra cualquier intento de hacerse con los restos. «No sé si podremos recuperarlo, pero hay que tratar de hacerlo y trabajaremos en ello», destacó el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, en declaraciones televisadas.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, se mostró algo más ambiguo ante la cuestión de que si Rusia intentaría recuperar el dron. «Es una prerrogativa de los militares. Si consideran que es necesario hacerlo en el mar Negro por nuestros intereses y nuestra seguridad, se ocuparán de ello».

Estados Unidos ha acusado a Rusia de llevar a cabo «actos hostiles» y les ha tildado de «imprudentes». El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, subrayó que las intercepciones aéreas rusas en el área son comunes, pero esta «es digna de mención por lo insegura y poco profesional».

Las tareas para recuperar los restos del dron MQ-9 Reaper se presentan complicadas, en una profundidad de 1.500 metros. Una operación que puede volver a provocar un enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia, ahora que ambos han manifestado su determinación de recuperar los fragmentos del artefacto.