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El presidente de Finlandia, Sauli Niinisto , y el presidente turco, Recep Tayyip ErdoganEFE

Alianza Atlántica

Turquía acepta la adhesión de Finlandia a la OTAN pero deja en el aire la de Suecia

Erdogan ha dado el visto bueno al ingreso de Helsinki y da luz verde a la votación de su candidatura en el Parlamento turco

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha aceptado finalmente la adhesión de Finlandia a la Alianza Atlántica (OTAN). El mandatario turco ha anunciado la decisión junto a su homólogo finlandés, Sauli Niinistö, que ha viajado a Ankara para mantener un encuentro.

Aunque Erdogan ha accedido a aceptar los trámites en el Parlamento turco para aprobar la adhesión del país nórdico, ha adelantado que la candidatura de Suecia todavía sigue en el aire. Turquía, junto con Croacia, han sido los únicos miembro de la OTAN que han puesto impedimentos al ingreso de Helsinki y Estocolmo.

«La OTAN será aún más fuerte con la adhesión de Finlandia y creo que desempeñará un papel eficaz en el mantenimiento de la seguridad y la estabilidad mundiales», ha afirmado Erdogan. Asimismo, el líder turco ha recalcado el «firme apoyo» del país báltico a la candidatura de Turquía a la Unión Europea.

Para 2017, Turquía ya se había alejado del todo de los estándares de la institución comunitaria con una reforma constitucional para dotarse de amplios poderes ejecutivos, legislativos y judiciales. A día de hoy su entrada a la UE está más lejos que nunca.

Erdogan ha mandado un mensaje a Suecia y ha afirmado que continuarán «las conversaciones sobre la base de los principios de la alianza y nuestros planteamientos en la lucha contra el terrorismo». Ankara exige al país nórdico que extradite a «120 terroristas» del país.

«La forma en que se desarrolle el proceso estará directamente relacionada con los pasos concretos que dé Suecia», ha zanjado el presidente turco. Turquía acusa a Estocolmo de apoyar y dar refugio a miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), designado como «organización terrorista» en el país euroasiático, así como en Estados Unidos y la Unión Europea.

Suecia, por su parte, reconoció que Ankara estaba imponiendo demandas para entrar en la OTAN que no pueden cumplir. «Quieren cosas que no podemos ni queremos darles y ahora la decisión recae sobre los turcos», declaró el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.