Finlandia da la espalda a Sanna Marin: la derecha gana las elecciones con los socialdemócratas terceros
La primera ministra ha reconocido la victoria de Petteri Orpo y su formación conservadora
Giro a la derecha de Finlandia. Las elecciones parlamentarias celebradas en el país han supuesto la caída de la primera ministra, la socialdemócrata Sanna Marin, después de una única legislatura. Su partido ha quedado relegado a la tercera posición por detrás de los conservadores de Petteri Orpo y el partido Verdaderos Finlandeses, todavía más escorado a la derecha.
Doce años después, Kokoomus obtuvo el 20,8 % de los votos y se convirtió en primera fuerza finlandesa. Orpo, con 48 de 200 escaños, tendrá la oportunidad de negociar con el resto de partidos la formación de un Ejecutivo de coalición.
Avance también de Partido de los Finlandeses, hasta ahora líderes de la oposición, que pasan de 39 a 46 escaños. El partido de Riikka Purra, calificado de ultraderechista por el bloque de izquierdas, podría entrar en el Gobierno. El propio Orpo ya ha dejado claro que en su país «no hay partidos de extrema derecha» y se abre a negociar con ellos al igual que con el resto de las formaciones.
El resultado de los comicios suponen un duro golpe para Marin, que planteó la campaña como un pulso de valores entre la izquierda y la derecha, dando a entender que el único modo de evitar la victoria de la ultraderecha era votar a su partido. Misma estrategia que utilizan otros líderes socialistas en Europa.
Luces y sombras de la primera ministra
El Partido Socialdemócrata (SDP) de Marin ganó apoyos respecto a las pasadas elecciones, sin embargo, menos que sus rivales políticos. Este dato servía a la primera ministra para mostrarse «contenta» tras reconocer su derrota. Además, augura unas negociaciones difíciles para formar gobierno después del hundimiento de otra formación tradicional en Finlandia, el Partido de Centro, que perdió 8 de sus 31 diputados.
Sanna Marin, encumbrada a «estrella mediática» por la prensa internacional, llegó al poder en 2019 después de que Antti Rinne renunciase como primer ministro. Destacaban de ella su «juventud», «buenas dotes para la comunicación» o sus «dotes natas para el liderazgo». Tras gestionar la pandemia de covid, su mayor legado consistirá en el fin de la neutralidad militar de Finlandia y el proceso de entrada en la OTAN en plena invasión rusa a Ucrania.
En estos años, Marin también ha protagonizado sonados escándalos. El mayor de ellos, la filtración de una serie de vídeos e imágenes de la primera ministra de fiesta con varios amigos. El revuelo fue de tal magnitud que tuvo que someterse voluntariamente a un test de detección de drogas para acallar los rumores sobre su estado en aquellas fotografías.