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La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, habla ante los medios de comunicación, imagen de archivo

La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, habla ante los medios de comunicación, imagen de archivoAFP

Finlandia

La primera ministra de Finlandia, de madrugada en una discoteca a pesar de ser contacto con un positivo de la COVID 19

La mandataria finesa aseguró que se le había informado de que la normativa de su gobierno no le obligaba a mantener cuarentena

Sanna Marin, la primera ministra de Finlandia, de 36 años, ha tenido que pedir disculpas después de que trascendiera que el pasado fin de semana incumplió las normas contra la pandemia establecidas por su gobierno para disfrutar de una larga noche de fiesta.

Las fotografías de la primera ministra saltándose las normas anti COVID a las cuatro de la mañana en una discoteca, a pesar de ser contacto estrecho con un positivo por la COVID 19, aparecieron el lunes en varias publicaciones finesas, lo que obligó a la mandataria a pedir disculpas tanto en su perfil de Facebook como en unas declaraciones a los medios de comunicación.

Marin reconoció que «debería haber sido más perspicaz y haber comprobado dos veces las instrucciones que me habían dado. Siento mucho no haber entendido que tenía que hacer eso», señaló en la red social, según recoge AFP.

En su justificación, Marin explicó que sus asesores le habían asegurado que, a pesar de haber tenido un contacto estrecho con un positivo por coronavirus, la normativa para contener la pandemia no le obligaba a mantener cuarentena.

Aumento de contagios

La noticia ha causado un gran revuelo en la opinión pública del país en un momento en que Finlandia está sufriendo un aumento importante de nuevos casos de coronavirus. Según AFP, se están produciendo cerca de 300 contagios diarios por cada 100.000 habitantes.

A pesar de la explicación de la primera ministra, la oposición reveló que Marin sí recibió un aviso en su teléfono móvil en la noche del sábado advirtiéndole que debía evitar contacto con otras personas.

Sin embargo, Marin aseguró que había dejado su teléfono móvil en su residencia y, por ello, no recibió la recomendación.

El caso de Sanna Marin no es el único que salpica al gobierno finés. Según CNN, el ministro de Economía, Mika Lintila, asistió a un partido de fútbol entre Finlandia y Letonia el domingo a pesar de haber sido advertido de que debía abstenerse de contactar con otras personas.

También el ministro de Defensa, Antti Kaikkonen, asistió a una cena el sábado en circunstancias similares. Además, varios ministros estuvieron expuestos a contagios al participar el viernes en una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores, Pekka Haavisto, que dio positivo por COVID al día siguiente.

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