Macron se rinde ante Xi Jinping: «Sé que puedo contar con China para que Rusia entre en razón»

China se ha vestido de gala para recibir no a uno, sino a tres líderes europeos en Pekín. El presidente chino, Xi Jinping, se ha tomado muy en serio la ofensiva diplomática y ha recibido en la última semana al presidente Pedro Sánchez, a la presidenta de Comisión Europea, Ursula von der Leyen y al presidente francés, Emmanuel Macron.

Todos ellos con un mismo objetivo: pedir a Xi que no entregue armas a Rusia y que haga de intermediario en la guerra de Ucrania. El mandatario chino ya tiene la foto con tres líderes europeos, mientras que Europa se lleva las promesas de las buenas intenciones de Pekín.

Macron, tras el encuentro con su homólogo chino, declaró que «sabe» que cuenta con su apoyo «para hacer que Rusia entre en razón y llevar a todas las partes a la mesa de negociaciones».

«La agresión de Rusia ha puesto fin a décadas de paz en Europa», recordó Macron en una conferencia de prensa celebrada junto a Xi en la capital china, en la que mostró su confianza en que Pekín ayude a establecer negociaciones de una paz «duradera que respete las fronteras internacionalmente reconocidas y evite cualquier forma de escalada».

Por su parte, Xi, quien tomó la palabra antes que Macron, remarcó que «China favorece hablar de paz, y junto a Francia urgimos a la comunidad internacional a preservar la razón y contenerse actos que deterioren la crisis».

El presidente galo subrayó que China, por su cercanía con Rusia, tiene un «papel importante» que asumir para alcanzar la paz en la guerra de Ucrania por «su cercana relación con Rusia». Asimismo, Macron aseguró que el gigante asiático «mostró su compromiso con la Carta de las Naciones Unidas, la integridad territorial y la soberanía de las naciones».

En referencia al plan de paz que presentó Pekín, coincidiendo con el primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania. China, sin embargo, no aplica esos mismos estándares, condenada internacionalmente por violación de los derechos humanos de la minoría uigur o las continuas amenazas a Taiwán. Aspectos a los que el presidente francés no se ha referido durante su encuentro con Xi.

Así las cosas, la hoja de ruta que sugiere China para la guerra de Ucrania es, como su política internacional, ambigua. Pekín defiende la «soberanía territorial», pero no exige, por ejemplo, la retirada de las tropas rusas. Un sinfín de contradicciones que se pueden apreciar en el texto chino.

Macron también pidió que no se reedite una «lógica de bloques» ante las «voces que se alzan» preocupadas por el devenir de las relaciones entre Occidente y China.

Por último, quiso el líder galo acordarse de los «particularmente difíciles» tres años de pandemia que le tocó vivir a los residentes en China, pero se mostró «feliz» de volver al país después de su último viaje en noviembre de 2019.