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Soldados ucranianos entrenan en Donetsk para una contraofensiva contra RusiaGenya Savilov / AFP

408 días de guerra en Ucrania

Los planes filtrados de la contraofensiva de Ucrania: ¿Jugada maestra o treta de Putin?

Decenas de archivos clasificados que supuestamente revelan el apoyo militar a Kiev por parte de EE.UU. y países de la OTAN se filtraron en línea

Una serie de documentos que revelarían detalles sensibles del apoyo militar de EE.UU. y los aliados de la OTAN a Ucrania circularon desde el jueves en redes sociales como Telegram y Twitter, pero ¿son auténticos o se trata de una treta de Vladimir Putin o del propio Volodímir Zelenski?

De ser cierta la filtración, demostraría la poderosa capacidad de espionaje de Moscú y las sofisticadas herramientas de infiltración en las potencias occidentales; de ser falsos o incluso modificados, podrían ser una una treta de Rusia como parte de una guerra sicológica para agrietar el apoyo occidental y condicionar la contraofensiva ucraniana.

Los documentos revelarían detalles sobre las capacidades del ejército de Ucrania y acerca de nuevos envíos de armamento

Desde occidente hay varias lecturas sobre esta supuesta filtración. De acuerdo con el The New York Times los documentos parecen haber sido «modificados» lo que apuntaría «a un esfuerzo de desinformación por parte de Moscú».

Por su parte, el Departamento de Defensa de Estados Unidos está investigando la 'filtración' que aún no confirma ni desmiente. «Estamos al tanto de los informes de publicaciones en las redes sociales y el Departamento está revisando el asunto», confirmó Sabrina Singh, subsecretaria de prensa del Pentágono.

¿Un «farol» de Rusia?

Mientras tanto, el presidente Volodímir Zelenski se reunió con su Estado Mayor el viernes y este fue uno de los temas centrales del encuentro. «Los participantes en la reunión se centraron en las medidas para evitar la filtración de información sobre los planes de las fuerzas de defensa de Ucrania», anunció la oficina del presidente en un comunicado.

Tras lo que podría interpretarse como una admisión de la autenticidad parcial o total de la filtración por parte de Kiev, el asesor presidencial de la presidencia ucraniana Mijailo Podolyak tachó de «farol» las filtraciones, cuya autenticidad puso en duda.

En un mensaje publicado en Telegram, Podolyak sugirió que se trata de una operación psicológica de Rusia. Marina Miron, investigadora postdoctoral en el Departamento de Estudios de Guerra del King's College de Londres estaría de acuerdo con el estratega ucraniano.

Miron dijo al Newsweek que, entre «varias opciones» es posible que los documentos hayan sido filtrados por las agencias de inteligencia rusas en búsqueda de un «impacto psicológico» en el campo de batalla.

Serviría para «socavar en gran medida» las operaciones de intercambio de información que Kiev ha estado llevando a cabo con sus patrocinadores occidentales, dijo la investigadora quien también agregó que las agencias de inteligencia de Moscú «son conocidas por este tipo de filtraciones».

¿Una estratagema de Kiev?

También el viernes, el secretario de prensa del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Rusia no dudaba de que Estados Unidos o la OTAN estuvieran directa o indirectamente involucrados en Ucrania, según la agencia estatal de noticias RIA Novosti.

También existe la posibilidad de que los servicios de inteligencia ucranianos podrían estar detrás de la filtración para «engañar» o «confundir» a Moscú, dijo Miron y agregó que algunas fuentes rusas habían sugerido que la filtración era «sabotaje de información para desorientar» al ejército ruso.

Pero Kiev insiste en que los documentos son falsos y que ellos no tienen nada que ver con ellos. Andriy Yusov, representante de la Dirección General de Inteligencia de Ucrania, desestimó los documentos que circulan en línea como falsos. «A partir de un análisis preliminar de estos materiales, vemos cifras falsas sobre pérdidas de ambos lados», dijo Yusov a los medios ucranianos.

Determinar quién o quienes están detrás de las filtraciones ayudará a determinar la confiabilidad de los documentos, agregó Miron, admitiendo que todavía es «demasiado pronto para decir de qué lado viene».