El embajador ruso en Reino Unido asegura que la paz en Ucrania sólo llegará con la victoria de Moscú

El embajador de Rusia ante el Reino Unido lo ha dejado claro una vez más: la paz en Ucrania sólo llegará con el triunfo de las tropas rusas.

En una entrevista en The Times, el embajador Andrey Kelin aseguró que Moscú está abierta a un alto el fuego en Ucrania, pero construido sobre la premisa de una victoria rusa.

Afirmó que en este momento un acuerdo de paz o de alto el fuego es «poco realista» debido a que Ucrania y sus aliados occidentales insisten en derrotar militarmente a Rusia.

El embajador ruso en Londres pintó un escenario idílico para los intereses rusos, donde Putin cuenta con un apoyo unánime de la población rusa, la economía no solo no se ha resentido por las sanciones occidentales, sino que está floreciendo, y la guerra avanza hacia la victoria militar de Moscú.

Defendió que, para que un alto el fuego sea posible, Ucrania debe abandonar su «beligerancia», aceptar una victoria rusa de acuerdo con los términos impuestos por el Kremlin y aceptar las ganancias territoriales rusas en Ucrania.

En ese sentido, Kelin reconoció que China otorga a Rusia apoyo político y económico esencial para que las tropas rusas puedan lograr una victoria en Ucrania, pero negó que la propuesta de paz de Pekín sea viable.

Kelin explicó que la propuesta china que, entre otras cosas, reconoce el derecho a Ucrania a la integridad territorial y a la soberanía, es un marco genérico para un acuerdo de paz, y no un plan detallado, lo que imposibilita su aplicación.

Afirmó que, además de China, otros países se han ofrecido a mediar en el conflicto, y recordó que una mediación no implica dictar los términos de la paz.

«Nos han llegado varias propuestas de mediación desde países de Oriente Medio, América Latina o Turquía, entre otros», afirmó.

Además, rechazó que Rusia haya fracasado en una ofensiva, como han insistido los medios de comunicación tras los fracasos en Bajmut y Vuhledar, y aseguró que la ofensiva real llegará en primavera, cuando se suavice el clima y se endurezca el terreno.

Subrayó que la presencia rusa en Ucrania es irreversible, que la retirada rusa es imposible y que permanecerán en las regiones de Lugansk y Donetsk.

Anunció, asimismo, la cercanía de la conquista de Bajmut, y aseguró que los siguientes objetivos de las tropas rusas serán las ciudades de Slovyansk y Krematorsk, a cuya anunciada ocupación denomino «liberación».

Por otro lado, aseguró que la población rusa apoya a Putin en la guerra, aunque reconoció que cuanto antes se acaben los combate, mejor.

También negó que hayan muerto 100.000 soldados rusos desde el inicio de la invasión, una cifra que atribuyó a una estrategia de desinformación de Kiev y sus aliados.

Rechazó que la economía rusa esté sufriendo por las sanciones occidentales, afirmó que las importaciones de países occidentales, como automóviles o recambios para aviones y maquinaria industrial, se están sustituyendo por fabricaciones rusas.

Por el contrario, destacó el colapso de la economía ucraniana, y aseguró que el PIB de Ucrania ha caído un 35 % en 2022 y un 10 % en lo que va de año 2023.

Por último, responsabilizó a la OTAN de la guerra en Ucrania pues, según su argumentario, la Alianza está empleando a los ucranianos como ariete para desgastar a Rusia, y negó los crímenes de guerra atribuidos a las tropas rusas en Bucha: «Es una escenificación con fines políticos».