Fundado en 1910

Biden en su discurso en la Universidad de BelfastAFP

Irlanda del Norte

Biden defiende el poder compartido en Belfast en medio de acusaciones de «antibritánico»

El presidente de EE.UU. acudió a la capital de Irlanda del Norte para defender la vigencia de los Acuerdos del Viernes Santo en el 25 aniversario de su adopción

Joe Biden ofreció este miércoles un discurso en la Universidad de Belfast donde expresó su compromiso con los Acuerdos de paz del Viernes Santo de 1998 en Irlanda del Norte y con el autogobierno de este territorio británico.

El presidente de Estados Unidos, de origen irlandés, llegó a la capital norirlandesa el miércoles por la noche para participar en los actos de conmemoración del 25 aniversario del Acuerdo de paz.

Antes de su discurso, Biden se reunió con el primer ministro británico, Rishi Sunak, en un encuentro ineludible con el que pretendía subrayar que su visita carece de elementos antibritánicos.

De hecho, el asesor presidencial, Arlene Foster, rechazó las acusaciones difundidas por sindicalistas republicanos norirlandeses que afirmaban que Biden «odia al Reino Unido» y que boicotea la formación del gobierno norirlandés.

También el probritánico Partido Unionista Democrático (DUP) criticó duramente la visita de Biden a Belfast.

Según informó Afp, el diputado del DUP Sammy Wilson afirmó que Biden es «antibritánico» y que apoya a la Unión Europea en la cuestión del Brexit frente a los intereses del Reino Unidos.

Otro miembro del DUP, señaló también Afp, aseguró que la administración Biden es pronacionalista (irlandesa).

El mismo Biden despejó dudas en su discurso en la Universidad de Belfast, donde expresó su deseo de que pronto se restablezca el gobierno norirlandés, que tendría que estar encabezado por el republicano Sinn Féin, que ganó las últimas elecciones, pero que debería compartir el poder con los unionistas probritánicos.

«Creo que la institución democrática establecida en el Acuerdo del Viernes Santo sigue siendo fundamental para el futuro de Irlanda del Norte. Es una decisión que debéis tomar vosotros (los norirlandeses), no yo», expresó Biden ante su audiencia.

«Espero que pronto se restablezca la asamblea y el ejecutivo», añadió. «Espero que suceda, junto con las instituciones que facilitan las relaciones el norte y el sur, y el este y el oeste, todas las cuales son piezas vitales del acuerdo del Viernes Santo».

Las Acuerdos de Viernes Santo, adoptados en 1998, permitieron poner fin a décadas de violencia entre católicos republicanos partidarios de la unión de Irlanda del Norte con la República de Irlanda, y protestantes unionistas defensores de la integración del territorio en el Reino Unido.

La violencia se desató en 1969 por una serie de sucesos violentos que implicaron a militantes republicanos y a la policía y el Ejército británico.

Se inició entonces una escalada terrorista que implicó a los restos del IRA y a grupos paramilitares unionistas.

El acuerdo establece un complicado equilibrio de poderes, garantiza la integración de Irlanda del Norte en Reino Unido pero, al mismo tiempo, da voz a la República de Irlanda en los asuntos norirlandeses y prevé un referéndum de reunificación con la República de Irlanda si se demuestra una mayoría social en ese sentido.

Los Acuerdos también permitieron eliminar toda frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte.

Esta eliminación fronteriza se vio en riesgo con la salida del Reino Unido de la Unión Europea y ha constituido el principal escollo para el acuerdo del Brexit.

Los grupos unionistas han rechazado el protocolo de Irlanda del Norte que establecía los controles aduaneros de la Unión Europea en los puertos norirlandeses y no en la frontera terrestre entre las dos Irlandas.

Los unionistas afirmaban que el protocolo implicaba en la práctica una frontera física entre Irlanda del Norte y el resto del Reino Unido, lo que desató un connato de violencia.

El nuevo protocolo de Irlanda del Norte libera de controles aduaneros los productos procedentes del Reino Unido destinados al consumo interno en Irlanda del Norte y los mantiene en aquellos productos destinados a la República de Irlanda.

Sin embargo, sectores unionistas rechazaron nuevamente el protocolo y amenazan con acciones terroristas si no se deroga, lo que supondría el establecimiento de nuevo de la frontera terrestre entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.