Las claves que permitieron a Jack Teixeira acceder con facilidad a los archivos secretos del Pentágono

¿Cómo pudo un joven de 21 años acceder a documentos clasificados que incluían evaluaciones secretas de inteligencia de Estados Unidos y detalles del estado de la guerra en Ucrania? Esta es la pregunta obligada tras el arresto y la acusación presentada contra Jack Teixeira.

En los días previos a su detención, el FBI se encontraba en una carrera contra los periodistas para identificar y arrestar al autor de la más reciente filtración de documentos secretos del Pentágono. Mientras los medios estadounidenses publicaban rápidamente detalles del caso e incluso las iniciales del sospechoso, los agentes federales tenían que armar un caso con pruebas y testimonios.

El FBI trabajó con los fiscales para asegurarse de que la evidencia que tenían era suficiente para tener una causa probable para hacer el arresto, mismo que querían hacer cuando Teixeira fuera a trabajar a la base militar donde estaba asignado.

Teixeira poseía varias armas de asalto y tenía entrenamiento militar para usarlas

Las autoridades no querían arrestarlo en su casa, dado que por las diversas publicaciones periodísticas, Teixeira sabía que era cuestión de tiempo antes de que fuera identificado y arrestado. El FBI temía un escenario violento con su arresto dado que poseía varias armas, incluidas armas de asalto y, por supuesto, tenía el entrenamiento militar necesario para usarlas.

Cómo tenía acceso a los archivos

Por lo general creemos que el acceso y control de la información secreta de un país tan poderoso como Estados Unidos está en manos de curtidos generales en Washington, pero olvidamos de que quienes la recopilan son, en primer lugar, quienes la conocieron.

En la medida que la tecnología es clave para la recopilación de datos de inteligencia hay que entender cuánto depende el Ejército de EE.UU. de los jóvenes para realizar trabajos delicados como el espionaje.

La juventud de Teixeira en sí misma es una de las claves que explica la facilidad de acceso a la información tan sensible que presuntamente filtró. El joven militar trabajó en el Ala de Inteligencia 102 de la Guardia Nacional Aérea de Massachussets donde volaba los drones que realizan misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento en apoyo de la Fuerza Aérea y los combatientes en el terreno.

De esta manera, con una corta edad, Teixeira realizaba un trabajo sensible y vital en apoyo de los equipos de operaciones especiales que son enviados a cualquier lugar del mundo en misiones clasificadas.

En palabras de John Miller, analista jefe de inteligencia de CNN : «Aquí hay una realidad simple: la mayoría de las personas alistadas [en el ejército de EE.UU.] son jóvenes y están allí para hacer la misión y aprender».

El caso de Teixeira, quien está sujeto a un juramento de lealtad ante la seguridad nacional de los EE.UU., es la muestra de una realidad generalizada en los cuerpos militares estadounidenses con personas muy jóvenes con acceso a una amplia información de inteligencia cibernética por estar al cargo de su recopilación.

La dependencia tecnológica de la Defensa de EE.UU. y la necesidad de contar con las habilidades de nativos digitales (apasionados y habilidosos, pero algo inmaduros personal y profesionalmente) que operen los nuevos dispositivos y softwares son las claves que habrían permitido una filtración masiva que ya obligó a Washington a disculparse con sus aliados y otorgó a Rusia una importante ventaja en el campo de batalla en Ucrania.