Caribe
La violencia en Haití se desboca: una turba quema vivos a un grupo de pandilleros
El país caribeño ha descendido a una creciente anarquía desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021
Haití vive una crisis de violencia sin precedentes. Las pandillas han tomado el control del país imponiendo su ley de asesinatos, peleas e inseguridad. Muchos haitianos desesperados y ante la inacción de las fuerzas del orden del país caribeño han decidido tomarse la justicia por su mano.
Este lunes más de una decena de presuntos pandilleros fueron apedreados y quemados vivos por habitantes de un barrio de Haití, según la Policía y testigos, el mismo día en que la ONU alertó sobre la inseguridad similar a la de «un país en guerra».
Según indican los informes, los sospechosos fueron golpeados con neumáticos empapados de gasolina antes de que les prendieran fuego en Puerto Príncipe. El incidente tuvo lugar después de que la Policía detuviera a los hombres armados, en un contexto de fuertes tensiones en la capital.
«Durante el registro de un minibús con individuos armados a bordo, la Policía confiscó armas y otros equipos. Por otra parte, más de una decena de individuos que circulaban a bordo de este vehículo fueron lamentablemente linchados por miembros de la población», indicaron las autoridades de Haití en un comunicado.
La Policía no quiso especificar el número exacto de víctimas, ni los motivos de la pérdida de la custodia de los sospechosos, asesinados posteriormente a manos de los habitantes del barrio de Canapé-Vert, en el sur de la capital.
La violencia empezó antes del alba, cuando los pandilleros irrumpieron en varios barrios residenciales de la capital, para robar en las casas y atacar a los vecinos, según señalan los testigos.
Haití ha descendido a una creciente anarquía desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021. Las bandas armadas continúan compitiendo para expandir su control territorial y los enfrentamientos con la Policía y las bandas rivales se han vuelto «más violentos y más frecuentes», cobrándose muchas vidas civiles, apunta la ONU.
La violencia de las pandillas ha provocado la muerte de casi 70 personas, incluidas 18 mujeres y dos niños, solo entre el 14 y el 19 de abril, según los datos de Naciones Unidas. Muchas escuelas y centros de salud se han visto obligados a cerrar y la violencia también ha afectado el acceso a muchos bienes y servicios.
Desde el asesinato de Moïse, la nación caribeña ha sido dirigida por el primer ministro, Ariel Henry, quien no ha logrado frenar a las bandas que ahora controlan aproximadamente el 60 % de la capital. Una espiral de violencia que se teme vaya a más.